El día después, a Roque Mesa apenas le quedaba voz. Su rostro mostraba el cansancio de toda una noche de celebración, pero la sonrisa de oreja a oreja no le abandonaba en ningún momento. «No hemos dormido nada, pero es normal ha sido todo una fiesta. Está claro que el equipo se lo merecía, sobre todo después de lo que pasó el año pasado. Esto va por toda esa gente que se llevó ese gran varapalo con el Córdoba. Se lo merecían», repite cada vez que le preguntan por el ascenso a Primera División.
Mesa ya es uno de los héroes amarillos. Pero no uno cualquiera. Las Palmas necesitaba dos goles y el teldense abrió la lata. «Le pegué con toda mi alma», exclama como si lo estuviera viviendo aún. Fue un alivio para el canterano, que había errado un par de ocasiones claras en el encuentro de la ida y otras tantas con el Valladolid.
Pero el domingo no falló. Cuando pudo engancharla con su derecha el canterano no se lo pensó. Chutó por todas aquellas ocasiones que no le entraron. Por toda la grada. Por la UD. Por el ascenso. Y su balón se fue envenenando hasta superar a Bono para subir el 1-0. «Sabíamos que haciendo un gol en la primera parte tendríamos más posibilidades y lo buscamos para que así fuera. Al final resultó ser el partido esperado, el partido soñado. Salió todo como lo teníamos en mente gracias a Dios», relata.
«Está claro que no teníamos nada que perder porque estaba, como quien dice, todo perdido, pero como dice la pulsera: prohibido rendirse… Había que luchar hasta el final y después del partido está claro que nos lo merecimos. Lo merecimos por el juego que hicimos y por la intención que tuvimos también», añade.
No para el isleño de alabar a la afición amarilla: «Desde el primer partido en Zaragoza ya estaban con nosotros. Sabían que lo podíamos conseguir y está claro que el primer gol lo metieron ellos con sus ánimos, desde las siete de la mañana despierto para apoyar al equipo. Eso es muy importante para un equipo y para los jugadores», destaca.
«Es un sueño que ahora mismo no lo valoramos, pero que dentro de un tiempo sí que lo haremos», sostiene sobre un ascenso que «se lo merece toda la gente, los que estuvieron en el estadio y los que no también, porque seguro que estaban apoyándonos desde sus casas. Ahora toca disfrutar que bastante hemos sufrido. Estamos en la gloria».
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