Llevo tiempo diciendo que las encuestas de intención de voto, son menso fiables y precisas de lo que se cree comúnmente. Tuvimos un ejemplo en mayo del 2.014 con la irrupción de Podemos en las europeas, cuando nadie les daba ningún crédito, y los hemos tenido en estos días con las elecciones británicas en las que sorpresivamente, ha vencido de manera arrolladora, el Partido Conservador de David Cameron. Estos desenlaces electorales vienen a demostrar que las encuestas son tan sólo fotografías de un momento concreto durante el periodo inter electoral.
Otra cosa que produce cierta hilaridad, es la prisa que se han dado en el gobierno de nuestro país para establecer una correlación entre lo ocurrido en Gran Bretaña con un partido de corte político muy similar al Partido Popular. Bastaba con ver y escuchar a la vicepresidenta del Gobierno declarar muy ufana, que el pueblo británico ha sabido entender los recortes que, a su criterio, implantó el gobierno de Londres. Viene a decir que en España, la gente sabrá valorar el enorme esfuerzo que ha hecho su partido para beneficio del país (nótese la ironía), y votará en consecuencia. Más allá de su electorado cautivo.
Habría que aclarar que, si bien el molde ideológico del Partido Conservador, es muy similar al de la formación a la que pertenece la señora Sáez de Santamaría (salvo en esa sumisión malsana a los sectores clericales más rancios), el partido del señor Cameron ha creado en esta última legislatura, dos millones doscientos mil puestos de trabajo contra los más de ochocientos mil que ha destruido el partido del gobierno de España. El gobierno conservador de la City, ha aumentado y mejorado el nivel de vida y el poder adquisitivo de sus ciudadanos, en España hay gente que aun trabajando, vive en la pobreza. En Gran Bretaña ha habido un incremento salarial medio de un veintitrés por ciento mientras que en nuestro país hay licenciados trabajando por menos del salario mínimo y con contratos de días y en ocasiones, de horas.
Así que es recomendable ponerse unas lentes que palien esa miopía política que establece un paralelismo entre lo ocurrido en el Reino Unido y lo que puede ocurrir aquí tanto en las locales y regionales del veinticuatro de Mayo, como en las generales de Noviembre. Las reformas británicas han supuesto una mejora a nivel nacional para los habitantes de las islas, los asaltos del PP al sistema de estado de bienestar del que gozábamos, sólo ha redundado en miseria, salarios de vergüenza y una situación creada por un gobierno que venía a salvar a España del desastre en el que, según ellos, la había dejado el PSOE. El que no iba a cruzar las líneas rojas de las pensiones, la sanidad y la educación. El que ha pretendido convertir la formación universitaria en un lujo sólo al alcance de los más pudientes.
En el Reino Unido, la gente puede que tenga motivos para estar agradecida porque sus sacrificios han revertido en mejoras comunes, aquí sólo ha habido un lado de la balanza que ha cargado con el peso. En el Reino Unido, un ministro del gobierno conservador dimitió por haber falseado un aspecto de su currículo, en España se lleva a acusados (que no imputados) en listas locales y se pide el voto a cambio de bolsas de comida, un juego de trileros con las necesidades primarias de las personas que, en el país anglosajón, sería motivo de escarnio público.
Así que, aplicando algo de geometría analítica a la política europea, los casos de Gran Bretaña y España, son líneas perpendiculares que se cortan, no paralelas. Y para los que quieran hacer la parábola con los ERE de Andalucía, los señores Griñán y Chaves, están fuera del gobierno, pese a ser exonerados junto a Malena Álvarez por el Supremo
(*) Hugo Roig Montesdeoca, empresario, escritor y militante del PSC-PSOE Telde, Delegado en el Comité Insular de Gran Canaria. Coordinador Adjunto y Profesor titular del Programa de Alta Dirección de la Harvard Business School, Harvard Managementor
