Los vecinos de Lomo Taliarte van de la preocupación a la indignación. Se quejan de que sus viviendas están sufriendo una oleada de robos en los últimos meses. Hacen recuento y ya hablan de más de 7 viviendas afectadas. Muchas están aún deshabitadas. Piden más presencia policial.
El último golpe lo recibieron la noche de este lunes al martes los propietarios de una de las viviendas aún sin habitar, pero que tienen la obra prácticamente terminada. Los ladrones arramblaron con casi todo lo que tenían allí almacenado, desde luminarias a griferías y objetos diversos de decoración. Accedieron ayudados por la impunidad de saber que en la casa aún no hay nadie residiendo y por estar en medio de una urbanización poco habitada, con solares vacíos y poco transitada.
Los vecinos ya se han empezado a organizar para movilizarse y hacer fuerza común a la hora de reclamar ante las instituciones la necesidad de que se les dote de más presencia policial. Han redactado un escrito que pretenden firmar entre todos para darle en trada por registro en el Ayuntamiento de Telde. No cuenta aún con una asociación formal que les represente, pero la necesidad les ha obligado a consensuar acciones colectivas para reclamar servicios a los que tienen derecho y, sin embargo, no se les prestan.
El problema es que a la desatención municipal, no resuelta, de la que se han quejado hasta ahora, se le ha sumado la coyuntura de verse situados en el punto de mira de los cacos. El último asalto colma la paciencia de un vaso que ya andaba medio lleno. Hace dos semanas ya se metieron en otra. Y poco antes accedieron a una vivienda que sí estaba habitada. El sector se ha vuelto muy apetecible para los amigos de lo ajeno, porque, de entrada, es una zona residencial de medio-alto estanding, con inmuebles de autoconstrucción que se van levantando a ritmo desigual, en función
de las posibilidades de cada propietario, lo que propicia que haya mucho inmueble aislado. Además, el complejo no se halla dentro de ningún núcleo poblacional previo. Está entre Playa del Hombre y Melenara, hasta hace poco una zona baldía.
Sin servicios, salvo para los perros
A menudo residentes y propietarios de esta urbanización ironizan con la poco atención que les presta el Ayuntamiento y se vanaglorian con sarcasmo de que el único servicio que se les ha garantizado en el complejo es el que se le presta a los dueños de los perros de media costa de Telde, que acuden a sus calles aún medio deshabitadas y las usan como aseo público para sus animales. No tendrían nada en contra si no fuera porque no es el civismo la principal cualidad de los dueños de esos canes y parecen empeñados en dejar olorosas huellas de sus paseos. Pese a que ya lo han denunciado públicamente, poco caso dicen que les han hecho. Se siguen quejando de falta de limpieza o del nulo mantenimiento de alcorques y árboles. Sienten que se les tiene medio abandonados salvo para cuando les pasan el cepillo de la contribución y entonces, sí, todos son iguales ante la ley.
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