Nueva Canarias: ¿Preparando los botes salvavidas?

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La principal consecuencia que tiene el perder la credibilidad es que difícilmente se recobra por muchos cantos de sirena que se vuelvan a lanzar al viento. En el último congreso Román Rodríguez anunciaba desde el atril de la sala principal del auditorio Alfredo Kraus que Nueva Canarias abandonaba el centro para ser de izquierdas, que asumía la aspiración del derecho de autodeterminación para Canarias y que lucharía con todas sus fuerzas contra la vieja política y el bipartidismo. Meses más tarde convocaba en la Feria del Atlántico una convención a donde acudían ponentes que dejaban perfectamente claro que el sistema estaba podrido por dentro y que sólo cabía un cambio en profundidad porque PP y PSOE representaban lo mismo. Con esos mimbres «teóricos» y de cara a las elecciones de Mayo de 2015 se conforma a prisa y corriendo una coalición electoral cuyo apellido «Frente amplio» sólo fraguó con fichajes de tránsfugas y desheredados de otros partidos en vez de abrir vías de entendimiento con sectores de la izquierda canaria alternativa desencantados con todo y con todos. El resultado final lo salvó el tirón de Antonio Morales en la candidatura del Cabildo. El mismo Antonio Morales que había sido reducido casi a un «apartheid» dentro de la organización durante años porque le hacía demasiada sombra a los eternos «oficialistas».

El punto de inflexión hacia no se sabe donde, hacia el desnorte político, hacia la política que prefiere el pragmatismo vacío a la coherencia ideológica, se da tan sólo unos meses después. Tres dirigentes de NC comienzan negociaciones de sobremesa, puro y licor con dirigentes de un PSOE que, curiosamente ya andaba entregado a ATI en el gobierno de Canarias. De esas conversaciones a las que, como siempre, son ajenas la inmensa mayoría de los miembros de los órganos del partido, surge la idea de ir de la mano del PSOE a las elecciones generales, bajo el señuelo de una agenda canaria, esas mismas agendas que antes eran papel mojado en los discursos que se hicieron en todos los argumentarios electorales de elecciones atrás. Y así, se sirvió a toda prisa, corriendo, a la limón con los medios, una coalición que poco menos iba a dar unos resultados que no sólo no fueron sino que resultaron un fracaso. Salvo que sacar el acta en el Congreso a ese costo se considere un éxito, aunque de paso se perdiera la imagen de proyecto canario, nacionalista y de izquierda alternativa que de aquel congreso salió.

Desde ese bandazo hasta hoy ya hemos visto lo ocurrido. Ahí tenemos a los diputados «aliados» canarios propiciando el nuevo gobierno del PP, a los que aqui también son «aliados» pero de ATI sumisos para permanecer en el machito y a NC perdida, sin más calado en la calle que lo que hacen bien, de forma muy localizada, algunos de sus cargos públicos que, todo hay que decirlo, me siguen mereciendo respeto por sus obras.

Anuncia Román otro Congreso, de donde seguro volverá a sacar los mismos conejos de su gastada chistera, sólo que ahora con un público que limita sus incondicionales fans a una cohorte de cargos institucionales que también tenderán algún día a ver que el invento ya no funciona.

Román quiere un frente más amplio aún. A los tránsfugas de CC, querrá sumar a los desencantados o sacrificados de un PSOE que en Canarias es claramente de centro derecha y pro-colonial. Y claro que sumar es positivo pero si es a costa de ir amoldando las ideas a los nuevos, en vez de un partido con ideas y proyectos de verdad hablamos de un pesebre con expectativas o lo que viene a ser más de lo mismo, más vieja politica, menos Canarias y más mantenimiento de lo mismo y los mismos. Y eso no tiene nada que ver con una Nueva Canarias.

¿Daría un paso a un lado Román Rodríguez para que Antonio Morales fuera el presidente de la organización?¿Renovaría este último a toda la dirigencia incorporando a personas jóvenes, preparadas, comprometidas e ideológicamente coherentes con esa organización nacionalista y de izquierdas que sólo se ha quedado en los papeles?. ¿Se estructuraría un partido en donde la vieja politica diera paso a una organización en donde los militantes y los ciudadanos fueran los verdaderos protagonistas del día a día de la organización y las instituciones donde se gobierna?. Ojalá, pero me temo que las intenciones son otras, seguir el arrime al PSOE, fichando a galácticos sin hueco y desdibujando o renunciando a un proyecto nacional para Canarias en serio. Y así hasta que el invento quiebre.

De corazón quisiera equivocarme porque fueron muchos los años y las energías puestas en consolidar ese proyecto junto a otros muchos y muchas igual de desencantados ahora. Pero la razón me lleva a pensar que otros están sólo en volver a ser lo que fueron y a tocar moqueta a cualquier precio y para ese viaje, no pongo yo más esfuerzos.

Jose Carlos Martín Puig es sociólogo

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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