Nueva Canarias olvida al ex concejal Ildefonso Jiménez

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Olvidado por su partido, Nueva Canarias, nadie le ha llamado para felicitarle, y eso que estamos ante uno de los pocos casos de probada ejemplaridad y honradez pública que se ha dado en España tras sendas sentencias judiciales favorables.

Ni siquiera le llamó su gran amigo, compañero y casi hermano mayor, el sempiterno alcalde de Telde Aureliano Francisco Santiago Castellano, con el que compartió responsabilidades a lo largo de ¡22 años!, y que por cierto, le dedicó el día en que Ildefonso Jiménez presentó su dimisión como concejal y portavoz de Nueva Canarias en 2012 en dicho municipio, tras ser condenado, sin aguardar la resolución judicial definitiva, estas bellas y creemos merecidas frases “… proclamo con firmeza tu inocencia, quiero hacerte saber, bien alto y públicamente, que tu trayectoria personal y política, tu entrega y honestidad, tu decencia intachable hace tiempo que te sentenció como uno de nuestros imprescindibles, y eso no hay injusticia que lo pueda cambiar”.

Ni el presidente Román Rodríguez, ni los pesos pesados del partido Carmelo Ramírez, Antonio Morales, Pedro Quevedo, las alcaldesas de Telde y Santa Lucía, Carmen Rosa Hernández y Dunia González, ni el anterior regidor Silverio Matos, nadie se dignó llamarle. Ni siquiera alguno de los innumerables compañeros que tuvo en sus 22 años de concejal.

Nadie, absolutamente nadie cogió el móvil para felicitarle y felicitarse. Solo lo hizo un alumno de los que él enseña en el Centro Escolar para Adultos de Jinámar al que volvió a ejercer como Profesor de EGB tras su larga etapa como servidor público.

Y es que estamos hablando de un político en una sociedad que pide a gritos dirigentes honestos, de un hombre que ha tenido que luchar contra ni sabe cuántos vientos y mareas para demostrar su inocencia desde que el dirigente de Ciuca en la corporación municipal sureña, Guillermo Reyes, inició, “como defensor de la causa popular,” en 2005, una nauseabunda, burda e inconfesable campaña de difamaciones por tierra, mar y aire en su contra, arrastrando en su demencial e irracional acusación al jefe de los Servicios de Urbanismo, José Luis Mena, que colaboró con él en la adulteración de informes técnicos, en la pérdida de expedientes en las dependencias municipales que aparecen en el despacho de la procuradora del acusador, y sobre todo en la falsificación de un documento público con la firma del concejal, espina medular de incalculable trascendencia en el proceso, felizmente resuelto por el Tribunal Supremo.

Pero no acaba aquí la tortuosa lucha de Ildefonso Jiménez por defender y demostrar su inocencia. En el transcurso del proceso judicial que se le abrió en 2005, pidió en dos ocasiones antes de que el Juzgado se pronunciara, que los argumentos acusatorios presentados por el demandante se autentificaran a través de informes periciales oficiales de reconocido prestigio, petición que le fue denegada. Jueza y fiscal se negaron en firme a suspender el juicio antes de que se conociera el resultado de los informes de autentificación de firmas, como hemos  dicho, sin que se sepa en qué fuentes del Derecho basaron tan injusta decisión, emitiendo por el contrario una condena al concejal Jiménez Cabrera de 18 meses de cárcel y 10 años de inhabilitación para el ejercicio de la función pública, “como responsable de un delito continuado contra la ordenación del territorio en su modalidad de prevaricación urbanística, y a que se inscribiera su nombre en el Registro Central de Penados y Rebeldes”, condena que la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas revocó el 14 de marzo de 2014, acordando la libre absolución del concejal, emitiendo una sentencia que en lenguaje popular se conoce como un serio varapalo y correctivo jurídico a los razonamientos esgrimidos por la jueza en la sentencia que lo condenó.

¡Y eso que todavía faltaba por conocerse el resultado de los peritos en el crucial apartado de la falsificación de documento público, trascendental dato que para los tres magistrados que revocaron la sentencia que lo condenó, no hizo falta, dada la evidencia de la incontestable honestidad demostrada por Jiménez Cabrera en el proceso judicial, y a su intachable conducta profesional como responsable de la Concejalía de Urbanismo! El resultado de los peritos se conoció meses más tarde, momento en el que la Jueza Instructora de Oficio de la Audiencia Provincial abre diligencias contra el jefe de Servicios de Urbanismo del Ayuntamiento teldense, José Luis Mena por falsificación de documento público, personándose Ildefonso Jiménez como principal afectado y por ende, como acusación particular.

Paradójicamente, Ildefonso Jiménez ha sido declarado inocente en dos procesos separados pero únicos en su raíz . El final, ya lo hemos relatado. El Tribunal Supremo acaba de dar carpetazo definitivo, hace poco más de un mes, a este penoso y amargo recorrido con final feliz para el bueno de Ildefonso Jiménez, rubricando con su veredicto la honestidad profesional e impecable trayectoria de un político al que el Ayuntamiento de Telde debe un reconocimiento público.

Para ello, sugerimos que esta corporación emita una declaración que resalte la honestidad y los valores éticos de este dirigente que con su forma de conducirse durante 22 años nos ha enseñado que la política como noble ejercicio de entrega es posible y digno.

¿Y por qué no invitarle a que asista a un pleno extraordinario que acuerde en acta la unánime felicitación de todo el pleno por haber inscrito en su reciente historia la probada e incontestable inocencia de uno de sus dirigentes?

¡Estamos tan necesitados los ciudadanos de políticos tan ejemplares como Ildefonso Jiménez Cabrera…!

Vaya desde ahora el primer aplauso.

Carmen Gloria Artiles Pérez, hermana política de Ildefonso Jiménez en La Provincia-Dlp

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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