NUEVA CANARIAS CAMINA HACIA LAS ELECCIONES DE MAYO CON LAS ENCUESTAS APUNTANDO A UN DESCENSO

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Las previsiones que arrojan las encuestas no son muy optimistas para Nueva Canarias. Frente al incremento en escaños que la mayoría de los sondeos otorgan al Partido Socialista, la formación de Román Rodríguez –que en estos cuatro años ha asumido las responsabilidades de Hacienda y Presupuestos además de la Vicepresidencia del Ejecutivo autonómico– no solo no mejoraría sus resultados, sino que podría perder parte de su actual representación en el Parlamento canario.

A pesar de integrar el pacto que sustenta al Gobierno de Canarias y poseer un importante peso dentro del Ejecutivo, la legislatura que ahora termina no ha resultado cómoda en términos políticos para Nueva Canarias. En los comicios de 2019, la formación que preside Román Rodríguez consiguió cinco escaños en el Parlamento de Canarias –su mayor representación hasta la fecha–, además de retener la Presidencia del Cabildo de Gran Canaria –tras superar en menos de mil votos al PSOE–, reeditó el pacto de gobierno en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y gobernó en solitario o mediante alianzas en varias instituciones más de la provincia oriental.

Sin embargo, a comienzos de 2021, la formación canarista perdía uno de sus escaños en la Cámara autonómica. En enero de ese año la diputada Sandra Domínguez, representante de AMF –formación con la que NC había concurrido en coalición en la isla de Fuerteventura–, abandonaba el grupo parlamentario, dejando al partido de Román Rodríguez con cuatro escaños y al pacto de gobierno con un solo voto por encima de la mayoría absoluta del Parlamento regional. La salida de Domínguez estaba relacionada con la crisis política que se vivía en ese momento en el Cabildo de la isla majorera y en la práctica supuso la ruptura de una alianza que había dado a NC un escaño fuera de Gran Canaria, su principal feudo de votos.

De hecho, esta última isla aportó tres de los cinco diputados con los que inicialmente contaba la formación canarista. Fuerteventura y la nueva circunscripción insular –a la que concurrió Román Rodríguez como cabeza de lista– aportaron los dos restantes. Sin embargo, la práctica totalidad de las encuestas publicadas hasta la fecha rebajan las expectativas electorales de la formación de cara a los comicios del próximo 28 de mayo, llegando alguna de ellas a poner en riesgo la revalidación del escaño por la circunscripción autonómica. Algo que puede ser determinante si Román Rodríguez decide volver a encabezar esa lista, puesto que para ser presidente o vicepresidente del Gobierno el Estatuto de autonomía exige que se sea miembro del Parlamento de Canarias.

Tan solo el sociobarómetro del Gobierno de Canarias –elaborado por la UNED por mandato del departamento que dirige el propio Rodríguez– pronostica una mejora de los resultados de NC, a la que en su última oleada –correspondiente a noviembre del pasado año– sitúa de nuevo como cuarta fuerza política del Archipiélago y le asigna entre cinco y siete escaños, en una interpretación que expertos en demografía calificaron como “sobrerrepresentada” tras analizar los datos en bruto del sondeo. Esa encuesta señala la posibilidad de que  la formación pueda obtener un representante en Lanzarote y un cuarto en Gran Canaria, además de revalidar los de Fuerteventura y la lista regional. Unas predicciones que contrastan con las de otros estudios, que rebajan su representación en, al menos, uno o dos escaños.

Para tratar de revertir esta tendencia a la baja, la formación se ha lanzado en los últimos meses a la firma de alianzas electorales con una treintena de agrupaciones de ámbito municipal en islas como Lanzarote y Fuerteventura, pero también en Gran Canaria –donde históricamente han tenido una mayor implantación– y Tenerife, donde han presentado una agrupación local en Santa Cruz de Tenerife y cerrado acuerdos en otros municipios en un intento de consolidarse como un partido de ámbito regionalista, a pesar de que siempre ha gozado de una mayor presencia en la provincia oriental.

Estos movimientos intentarían paliar el desgaste que apuntan las encuestas en Gran Canaria, donde figuras como Antonio Morales –presidente del Cabildo desde 2015– o el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, son garantía de una importante cosecha de votos en sus respectivos ámbitos de influencia. De hecho, el pasado 21 de enero Román Rodríguez confirmaba que actual presidente insular volvería a encabezar la plancha canarista al Cabildo, si bien el propio Morales desmentía días después al líder de NC y aseguraba que aún no había adoptado la decisión definitiva sobre su futuro político, por lo que aún no está confirmado que opte a su tercer mandato. La fecha límite para designar a los candidatos está fijada para el próximo miércoles 15 de febrero. Quien sí optará de nuevo a la Alcaldía de Gáldar es Teodoro Sosa, que ya ha hecho oficial su candidatura. Y, probablemente, repetirá también en la lista de la Corporación insular, de la que actualmente es consejero de Presidencia.

Con todo, Nueva Canarias presentará candidaturas en al menos 65 municipios de las Islas, en los siete cabildos y en el Parlamento autonómico, según avanzaba su líder hace escasas semanas. Y lo hará, además, bajo la marca de Nueva Canarias, una denominación que corrió serio peligro después de que el pasado verano se conociera que un juzgado de la Audiencia Nacional había ordenado su exclusión del Registro de Partidos Políticos por no haber adecuado sus estatutos políticos a la ley de 2015. A ello se sumaba el incumplimiento de la obligación legal de presentar sus cuentas anuales ante el Tribunal de Cuentas entre 2018 y 2021, hecho por el que los canaristas fueron sancionados con una multa de 50.000 euros que la formación ha recurrido.

Los dirigentes de Nueva Canarias alegaron que nunca tuvieron conocimiento del procedimiento instado en su contra y que conocieron la sentencia en julio de 2022 –un año después de que fuera dictada y cuando ya era firme–, por lo que instaron un incidente de nulidad y registraron un nuevo partido –Nueva Canarias-Bloque Canarista– “heredero” de la Nueva Canarias original para tratar de salir del limbo legal en el que se encontraban. Finalmente la Audiencia Nacional admitió ese incidente y ordenó retrotraer el procedimiento al momento de su notificación a la formación, que ha alegado que ha subsanado las irregularidades que se le imputaban.

A pesar de que el partido ha logrado subsanar de forma satisfactoria un grave incidente que lo abocaba a su desaparición y a una refundación forzosa, lo cierto es que los canaristas no atraviesan su mejor momento político. A pesar de formar parte del Ejecutivo canario y controlar el gasto –y los ingresos– de la Comunidad Autónoma en una etapa marcada por las crisis, pero también por unos ingresos récord, las encuestas señalan que Román Rodríguez no ha sido capaz de capitalizar electoralmente esa posición, a lo que se suma la pérdida de influencia y relevancia en Madrid tras la cesión del escaño que ocupaba Pedro Quevedo a Coalición Canaria.

A Nueva Canarias le quedan, por tanto, poco más de dos meses y medio para lograr darle la vuelta a esas encuestas que no le auguran esos «mejores resultados de su historia” que asegura Román Rodríguez cosecharán el próximo 28 de mayo. Hasta que las urnas dicten sentencia, la formación continuará andando por la cuerda floja y sin saber si su líder –en caso de que opte por volver a encabezar la lista autonómica– revalidará o no el escaño que le ha permitido ejercer como vicepresidente del Gobierno estos cuatro años y del que depende que si se repite la actual mayoría de gobierno, permanezca en el cargo o se vea degradado a ejercer la función de un simple consejero.

Tiempodecanarias

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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