La ineficiencia y el poco rigor del grupo de gobierno del Ayuntamiento de Telde a la hora de tramitar los expedientes quedan nuevamente de manifiesto, en esta ocasión con el retraso en las obras de la nueva instalación deportiva de La Barranquera, una edificación con seis millones de euros de presupuesto que fue adjudicada hace ya más de medio año pero que aún ni siquiera ha comenzado.
La dilación del comienzo de los trabajos pone en solfa la realización de una infraestructura necesaria para Telde. Nueva Canarias critica que la demora se deba a un error del Gobierno municipal en el pliego de condiciones administrativas, que no define quien tiene la obligación de urbanizar la parcela de 12.000 metros situada en La Barranquera, si el Consistorio o la UTE (Unión Temporal de Empresas) a la que le fue adjudicada la obra. El Ayuntamiento pretende ahora que la UTE se encargue de la perentoria urbanización del terreno en cuestión, punto al que se niegan las empresas implicadas.
Cuando se trató la cuestión en la Mesa de Contratación, una vez adjudicada ya la obra, la representante de NC Telde en la misma, Celeste López, advirtió de los problemas que podría acarrear esa falta de concreción en cuanto a la responsabilidad de urbanizar la parcela y el hecho de que no se reflejara el coste de esta urbanización y solicitó que los miembros del Gobierno lo pusieran en conocimiento de la Alcaldesa, Mari Carmen Castellano, para la correcta coordinación de las diferentes concejalías y no perder así la inversión comprometida.
Este asunto, en opinión de la candidata a la Alcaldía por Nueva Canarias, Carmen Hernández, vuelve a poner de manifiesto que “este Gobierno tiene cuatro cabezas, un suerte de subgobiernos que hace imposible la coordinación entre sus diferentes departamentos. Ha existido una clara falta de entendimiento entre el área de Contratación, que dirige Fidel Ruiz, y las de Urbanismo y Deportes, para más inri ahora con el mismo responsable, Pablo Rodríguez, pero con la circunstancia de que la de Urbanismo, ha estado anteriormente bajo el mando del edil Francisco López”.
“Esta descoordinación, fruto también de la inestabilidad del gobierno durante estos tres años, pasa factura a los ciudadanos de Telde. Con el retraso en la edificación de esta nueva infraestructura deportiva solo caben dos salidas: o se paraliza la obra, con lo que los teldenses perdemos una instalación necesaria para el municipio, o el Ayuntamiento tendrá que asumir el coste económico de esa urbanización, que ya se prevé que será una cantidad importante. Además, existe la posibilidad de que el adjudicatario reclame, ante el citado parón, que se le indemnice por el lucro cesante o por los gastos en los que ya haya incurrido en los trabajos previos, todo por la responsabilidad exclusiva del Consistorio”, concluyó Hernández.
