Nardy, «nuestra» Nardy

A veces pienso que estos políticos no tienen vergüenza propia. Son capaces de cualquier cosa con tal de pillar una paga todos los meses. Nos tienen acostumbrados a tanto cambio de chaqueta y “careta” que ya no nos sorprenden en absoluto. Hoy con este, mañana con el otro y pasado con el de más allá.

Lo mejor de todo, no son sus promesas electorales, lo mejor son las prácticas del photoshop para la cartelería electoral, que luego los ves en un  mitin y no son las mismas personas. Cuando preguntamos por un político, nos suelen decir, sigue la mancha del tinte del pelo que va dejando tras él. Y es verdad, ahora los asesores de imagen, se han buscado una nueva especialidad, que se denomina reconstrucción de imagen. Y mira que hay políticos, para reconstruir. Llevan tantos años en eso “DE PROFESIÓN POLÍTICO”, que los años no perdonan.

Hace unos días, me acerque lo suficiente a un político, antes de un mitin y me quedé anonadado a la vista de la exagerada cantidad de maquillaje. Me vino a la mente que cuando regresara a su casa, ese maquillaje no se quitaba con un desmaquillador normal, para ello necesitaría una espátula, un escoplo y un martillo, ¡¡por Dios!! y eso en un hombre, que con la cantidad de sexos existentes según la ONU, esto sería un sin vivir. Más aún, ahora que se han inventado el nuevo género denominado “HETEROFLEXIBLE”.

Y como no hay dos sin tres, ni ellas pueden mantenerse calladas. Tengo que hablar de las “viejas políticas reconvertidas”, sí, las bailarinas de los siete velos, que mueven sus gelatinosas tripas al compás y vaivén de los dictados políticos. Unas mujeres, que ante la falta de claridad mental cambian su designio social, por un gallinero político donde pasar el día mintiendo y cacareando, para al final, no poner ni un huevo.

Para mí, la mujer tiene que estar en casa cuidando y educando a sus hijos, es su destino desde la edad de piedra. Cuidar su casa y pelear por su familia es su sino. Una nación que se precie debe cuidar de esas mujeres, son los cimientos de una sociedad, son el futuro de la nación.

Bien, pues miremos a las politiquillas esas, las llenas de arrugas y patas de gallo, las que van por las calles arrastrando los pies, las que gastan los tacones de un lado, sí, esas que encima se van de compras a la tienda de moda, para ponerse o disfrazarse de chiquillas jóvenes, obteniendo una realidad ante la sociedad, una realidad de cómo se degrada una mujer y empieza a aparecer una payasa.

Y, repitiendo parte de un párrafo anterior, cuando pregunto por una de esas apariciones photo-chescas de la publicidad electoral, alguien me dice, sigue la mancha de botox que van dejando tras de sí y la encontrarás, pero ten en cuenta que no verás la misma imagen, verás la decadencia de un personaje, que no quiere reconocer la realidad de la vida.

¿Que podemos creerle a un político, cuando ni él mismo cree en su persona?, cuando necesita disfrazarse tras una mano de photoshop, una máscara de maquillaje, tinte y botox. ¿Que podemos creerle a un político, que vive bañado en la falsedad y la mentira?, sencillamente nada.

Hace unos días, escuche como se defendía a una especialista en chaqueterismo de la política local, que desapareció del plano político, para retornar a una pista de hielo, que es demasiado para ella. Y en su ambición, pues ambición es, se desgarra las vestiduras, se queda en zagalejo  y se pone la túnica de LOS HIDALGOS DE NIVARIA, que diría Don Pepito, para en la concurrencia de la agravante de cuadrilla, penetra en la pista de hielo portando la jeringuilla del botox, mientras los otros permanecen dentro del vehículo oficial maquillándose como grandes TRAIDORES A GRAN CANARIA.

Todo ello, para la obtención del diezmo oficial, que se repartirán, oigan bien, con los hijos del CLAN DE LOS SOLES, si, los de la REVOLUCIÓN BOLIVARIANA, esos que cumplen las órdenes de DIOSDADO CABELLO, ZAPATERO Y MORATINOS.

A la  susodicha, presuntamente le han introducido tanto botox en los labios, que me recuerdan los belfos, de la burra de Antoñito el panadero, cuando intentaba resoplar. Y, que decir de su músculo labial, que presuntamente ha sido estirado tanto a ambos lados, que parece imitar esa leyenda urbana de LA SONRISA DEL PAYASO. ¿Y los pómulos? presuntamente un arreglo indecente, de alguien que no la quiere bien y le ha cobrado. Yo la enviaría al programa ese de “CHAPUZAS ESTÉTICAS”.

Y que decir del reclamo publicitario para que vayan a verla y oírla, en el Auditorio Alfredo Kraus. ¿Quien paga el local para tal evento?, me gustaría saberlo, que lo mismo, “presuntamente”, lo abona el ayuntamiento ese de sus amiguitos. Pero es que el cartelito en cuestión, no tiene desperdicio. Sus asesores publicitarios, son unos mediocres. Como se puede convocar a los posibles simpatizantes con frases como: “NOS VA A REVELAR SU NUEVO COMPROMISO CON ESTA CIUDAD”, ¿cuántos compromisos nos ha prometido hasta hoy?. ¿Revelar que?, si todos sabemos quien eres, la falsedad personificada.

También otra frase como “VEN Y TE CUENTO CUALES SON MIS PROPUESTAS PARA NUESTRO FUTURO”. Hay que tener mucho cuajo para seguir ofreciendo propuestas repetitivas, propuestas que nunca ha cumplido, la hemeroteca está ahí, para demostrarlo. Y ya eso de “NUESTRO FUTURO” es su salto mortal en posición ángel, cuando su futuro político, por la edad, está acabado, aunque se disfrace. Le recuerdo aquello de “LAS NIÑAS DE SAN JOSÉ SON COMO LAS BICICLETAS, SE LES CAE LA PINTURA Y NO VALEN DOS PESETAS”.

Y ahora, sus naturales de la ISLA DEL OESTE, le abren las puertas para su vuelta, como al turrón en Navidad y le ponen afrecho en el pesebre de la secta televisiva, que de algo hay que comer. Rematando con eso de:  “LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, LA CIUDAD QUE AMO”, mejor no nos quiera tanto, que de sus amores ya estamos llenos desde hace años. Mejor dedíquese a cuidar a los nietos, si tiene la alegría de tenerlos, de lo contrario el punto cruz o el calado canario es una buena terapia, donde reconocer la realidad. Si usted misma no se acepta como es ¿como es capaz de pedirnos que la aceptemos? usted es una imagen falsa y como tal la trato. Como dijo Quinto Servilio Escipión y yo se lo adapto, para que usted lo entienda: “GRAN CANARIA, NO PAGA A TRAIDORES”.

Doramas