#Me Too, la idiotización del género

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Porque si, porque el impacto de género de los piropos micromachistas en el neo-franquismo centrista opresor, se enfrenta con la belleza de las chicas de antaño, LAS MARAVILLOSAS SEÑORAS DE HOY.

Todas estas chorradas, modas polémicas de las que he escrito en este espacio en 2017, no son más que un reflejo de la idiotización de las personas que pueblan Occidente en su más preciada decadencia. Se supone que la moda cumple la función de transmitir la parte bella de la vida, pero algunos se empecinan en ensuciarlo. Piensen dos veces antes de salir de casa.

Y transcurridos algunos años, algunas de esas mismas jóvenes, ya mujeres divorciadas y reconvertidas en “de profesión chillonas”, comenzarán a «denunciar» que fueron » acosadas», que «que malos somos los hombres», que las obligamos a desnudarse a punta de AK -47, etc. Como lamentablemente han destituido hasta a ministros porque alguna fémina quizás con trastornos hormonales profundos, se le ocurrió denunciarlo. Hollywood, por regla general siempre marca la pauta en estas estupideces y yo me pregunto: ¿Quién apuntó a alguna de estas actrices de la Meca del cine con una pistola para que «abriera las patas» para que a la «pobrecita» le dieran un papel en algún largometraje?

Estas mujeres que esto hicieron, realmente no creo que sean tan púdicas. Yo les llamaría en buen cubano «carretillas» o en la actualidad, «Jineteras» y les recomendaría leyeran un clásico literario sobre estos aspectos de la sexualidad. Me refiero a, » Las puras y las impuras». Guarrillas las hay por todos los lados

Y ya puestos, sepa que el sexo anal, o polvo con caquita, que dijo Vargas Llosa, está de moda, caballero.

La mayor parte de las denuncias de acoso sexual en el cine, que se han conocido en los últimos meses son «casos hipócritas» y muchas intérpretes «calientan a los productores para tener un papel». Yo nunca he sido víctima de acoso sexual o al menos no me he sentido acosado por ello. Y me parecía encantador que me dijeran que era guapo o que tenía un buen culito. Este tipo de piropo es agradable. Debemos de acusarlas a ellas, de calentar a productores para tener papeles. Después, para que se hable de ellas, cuentan que han sido objeto de abusos. En realidad, más que beneficiarles eso les perjudica.

Menos de cuatro meses después de que el movimiento #MeToo inspirara un debate en Estados Unidos sobre la conducta sexual inapropiada y provocara la caída en desgracia de decenas de hombres poderosos, se está produciendo una reacción en su contra. Hay división entre las mujeres, los hombres comienzan a levantar la voz y expresiones como «venganza pornográfica» y «caza de brujas» aparecen en medios de comunicación y redes sociales.

Inspiradas por múltiples acusaciones, incluida las de violación contra el productor cinematográfico Harvey Weinstein, millones de mujeres se volcaron en las redes sociales y los medios convencionales desde octubre para compartir historias de acoso o agresión sexual, usando la etiqueta #MeToo.

Pero el testimonio de una mujer no identificada el pasado fin de semana sobre una cita en 2017 con el cómico Aziz Ansari, que, según ella, la hizo sentirse violada, provocó un duro debate sobre si se está confundiendo la agresión sexual y el mal sexo. Lo que vulgarmente se conoce como la “mal follada”, que hay muchas. Ansari dijo que creía que su actividad sexual fue completamente consentida. «Cuando me enteré de que no lo fue para ella, me sorprendió y me preocupó”, ¿ya no se hacerlo?

La escritora del New York Times Bari Weiss escribió en un artículo de opinión que la historia de Ansari «podría decirse que es lo peor que le ha pasado al movimiento #MeToo desde que comenzó», sólo diez días después de la ceremonia de los Globos de Oro, donde famosos vistieron de negro en masa para apoyar a las víctimas del acoso y Ansari ganó el premio al mejor actor en una serie musical o de comedia.

La historia de la mujer es «3.000 palabras de venganza pornográfica» y #MeToo podría hundirse en la amargura si no hay «distinción entre actos delictivos y comportamiento meramente antipático o inmoral». Aquellos que han luchado por la igualdad durante décadas ven en esos traspiés las luchas internas que se esperan en las primeras etapas de los movimientos de masas que buscan un cambio.

Cualquiera piense que esto ha terminado está muy equivocado. Esto es solo el comienzo. Necesitamos abrocharnos el cinturón de seguridad. En USA siempre van de un extremo al otro. Primero, el que podía le metía mano a todo que parecía tener tetas, y después, si tienes halitosis, te denuncian por acoso sexual.

Lo importante es, como llegar a la fama, o como sacarle dinero al rico. La gente no va a equivocarse, la gente va a usar las cosas mal, como ya está pasando y como vemos en España desde hace varios años, pero cualquiera que diga algo contrario a «la lucha» es un machirulo patriarcal y violador, y así sin autocritica y sin nadie que haga de dique ante la marea de estupidez pasa lo que pasa.

Pura y simple cacería de brujas. ¿Y a esos que se la pelan pensando en vaginas, tetas o culos, les van a acusar de violación por telepatía? Con tanta «jodaca» de las mujeres esto se les volverá un bumerang. A la larga, serán las mujeres quienes paguen por sus incongruencias

MeToo es un asco y sí, espero que los hombres reaccionen con mayor agresividad frente a la manera oportunista, como muchas mujeres pretenden ganarse un lugar en la sociedad.

Son llamativos los sucesos que ocurrieron hace décadas y salen a relucir ahora. ¿Cuántas actrices dicen haberse dejado o consentido el supuesto abuso excusándose en que si no transigían no volverían a tener trabajos en Hollywood? Si prefieres tolerar los abusos, para mantener tu tren de vida de lujos y millones en vez de renunciar y buscar otro trabajo eso es un tipo de prostitución.

Los casos se deben denunciar en el momento. ¿Cuántos aquí toleraríais los abusos de vuestro jefe? Ningúno, porque nuestros sueldos son una porquería. Pero ¿y si cobrases cientos de miles de dólares y además tuvieras acceso a lujos, ambientes selectos y fama? Seguramente toleraríamos, nos prostituiríamos.

Por eso me parece mal que aceptasen en su momento pasar por aquello y ahora que hay un # y es noticia, ahora resulta que han abusado de todas las actrices más conocidas, durante años. ¿Prefieren eso que buscar un trabajo en una oficina o ser dependientas, cajeras o cualquier otro trabajo digno, de la gente de a pie? Pues lo dicho, prostitución.

Esta gente de Hollywood lo banaliza todo. Me resulta desagradable ver como se está frivolizando algo tan serio como son los abusos sexuales, para que unas cuantas actrices en horas bajas y otras que se suben al carro sobre la marcha, después de haber abierto la “bacaladera” a cualquiera con tarjeta de crédito.

El colmo es ver como una pamplinas como Cristina Almeida se queja de que ella no soporta que la piropeen, cuando piropearla sería una acción de caridad ajena.

Doramas

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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