La Tortuga, una bonita estampa de embellecimiento a la entrada de Telde

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Han finalizado las obras exteriores e interiores del emblemático edificio de viviendas La Tortuga (1976), quedando como una bonita estampa el edificio situado en la más antigua de las puertas de entrada a la ciudad por Valsequillo, entre la Avenidas del Cabildo y Alejandro Castro Jiménez, en el Roque, centro neurálgico de la ciudad en San Gregorio.

La Tortuga, un símbolo de embellecimiento de la ciudad

Las obras de remodelación, modernización, renovación y embellecimiento de La Tortuga (interior y exterior) impulsadas por el presidente de la Comunidad de propietarios, el empresario emprendedor Domingo Ramírez han sido realizada por dos empresas de Telde, la empresa constructora Obrastel y Pinturas Fernando González, con un presupuesto total de casi 300.000 euros, (tres fases, interior y exterior), siendo sufragadas en su totalidad por los propietarios, (30 vecinos).

Una de las cosas más bonitas que tiene pasear por una calle o una avenida es, sin duda, el conglomerado de edificios que bordean las calles a ambos lados. Es durante esos paseos cuando nos fijamos en la forma de las paredes de los edificios, que pueden ser antiguas o modernas, o que –esto también ocurre– pueden estar más o menos restauradas.

Que no lo estén es una auténtica pena, porque es un hecho que convierte una ciudad que podría ser majestuosa en una peligrosamente cercana al término «del montón».

Ese es el motivo por el que en cualquier ciudad que se precie, ya sea grande, mediana o pequeña, proliferan los servicios de rehabilitaciones de edificios. En este caso han sido los propietarios de los que han sufragado los gastos, si bien es cierto, que el presupuesto se hubiera doblado de no ser por la elección de las empresas locales y la mano de obra gratuita del presidente de la Comunidad, el impulsor del proyecto, a quién se le podía ver dirigiendo la obra hasta tirando de la carrucha.

Evidentemente, restaurar y perfeccionar un edificio no solo incluye la fachada, sino también el patio interior y las habitaciones interiores; no obstante, son dos aspectos muy ligados entre sí, y el motivo es que, si por ejemplo se amplía o se disminuye una habitación interior con una pared que da a la calle, esa pared va a tener que derruirse para construir una nueva. Otro motivo es el mencionado: rehabilitar una fachada porque ya no es lo suficientemente nueva y, quién sabe, a lo mejor necesita algo más que una mano de pintura. En cualquier caso la rehabilitación del edificio La Tortuga es algo más que un excelente y profesional trabajo, ha sido una obra de arte, con una bonita estampa en una de las entradas de la gran ciudad.

Manuel Ramón Santana

 

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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