Aún no ha culminado la primera fase y Fomentas ya ultima el proyecto de la segunda intervención del Área de Regeneración Urbana (ARU) de Jinámar. Estará terminado a mediados de junio y se espera que en verano se adjudiquen las obras que rehabilitará 480 viviendas por 3,8 millones de euros.
El engranaje para comenzar la nueva fase, mucho más ambiciosa que la primera, que abarcaba a 180 viviendas, está casi finalizado. La empresa pública tiene previsto culminar el proyecto en unas dos semanas y el plan inicialmente previsto es poder sacar en julio la licitación de los trabajos en un sólo paquete y que comience la intervención antes de agosto. A finales de 2016, los cinco edificios, que incluye a 12 portales, debería estar culminado. Los plazos lo exigen.
Se trata de 480 casas en bloques con tres tipologías, que van desde las 8 a las 12 plantas de la denominada Primera Fase baja del Valle de Jinámar, que dan a la calle Manuel Alemán Álamo e Ídolo de Jinámar. Además del arreglo de fachadas y impermeabilización de cubiertas, el encarecimiento de la acometida viene dado por la adaptación de la normativa de los ascensores y la instalación eléctrica. Dentro de los trabajos también se llevarán a cabo tareas en espacios públicos y en supresión de barreras arquitectónicas, aceras y señalización viaria, explicó este miércoles el concejal de Vivienda y consejero delegado de Fomentas, Ignacio Serrano.
El edil espera dejar el trabajo hecho para que el nuevo gobierno continúe con los plazos previstos. Ayer visitó la zona junto al arquitecto de la empresa pública y responsable del proyecto Heriberto Suárez, además de la ingeniero industrial Oihane Irigoyen y el estudiante de arquitectura, José Pérez. Los dos están en práctica.
La intervención en la Primera Fase alta, que da a la calle Fernando Sagaseta, ya encara la recta final. El plazo máximo para terminar es el 23 de junio tras dos meses de tareas. Se trabaja ahora en patios interiores, en colocar paneles en la fachada y en terminar de pintar la zona trasera de los edificios. Estos días ya se iniciaron obras en el entorno, como las rampas para suprimir barreras arquitectónicas. El concejal confía que en las próximas semanas se instalen las pérgolas y el mobiliario urbano en las zonas comunes.
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