La autovía del Sur (GC-1) empieza a dar signos de saturación, sobre todo a su paso por Jinámar, según reconoce el consejero de Obras Públicas del Cabildo, Ángel Víctor Torres. Ya no es extraño que a primera hora del día se generen retenciones en sentido Sur sin que se produzcan accidentes.
Con una intensidad media diaria (IMD) que está entre las más altas de España, la capacidad de la autovía GC-1 al entrar en Telde desde la capital se ve desbordada cuando se acumulan más de 1.400 vehículos por carril y hora, una situación que se produce especialmente entre las 07.00 y las 08.30 horas de los días laborables. Cualquier choque, avería o incidente multiplica entonces las dificultades para dar salida a tanto tráfico. Por allí pasan a diario unos 160.000 vehículos en ambos sentidos, lo que supone el mayor aforo de la red insular de carreteras.
La entrada en servicio de la cuarta fase de la circunvalación a la capital (GC-3) entre Tenoya y Arucas también está afectando a ese tramo de la GC-1, al que se incorporan ahora más vehículos procedentes de la GC-3, vía que desemboca en sentido Sur a la altura de la potabilizadora de Jinámar. Son 35.000 coches los que están pasando a diario por la cuarta fase y una alta proporción acaban en la GC-1 sin pasar por los túneles de Julio Luengo.
El consejero de Obras Públicas del Cabildo, Ángel Víctor Torres, reconoce que ya no es extraño que se registren retenciones y tráfico lento a primera hora del día entre la potabilizadora y los accesos a Telde, atascos que se prolongan si se registra cualquier incidente.
Torres avanza que el Cabildo ha encargado un estudio de movilidad que, entre otros datos, actualizará el aforo real de las principales carreteras del área metropolitana. Aunque iba a centrarse en los accesos al campus de Tafira y a Piletas ha decidido ampliarlo a otras vías y conexiones sensibles.
soluciones. Torres recuerda que en las actuaciones que Gran Canaria incluirá en el próximo convenio de carreteras con el Estado figura la reordenación de los accesos desde la GC-1 a Telde, una intervención que aliviará la congestión. La implantación del tren, apunta, sería otra solución, aunque a más largo plazo.
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