La exmujer de López Aguilar confiesa a la juez que el eurodiputado la maltrata

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La exesposa del europarlamentario Juan Fernando López Aguilar ha confesado en el Juzgado de Violencia de Género número 2 de Las Palmas de Gran Canaria que ha sufrido durante años malos tratos físicos y psicológicos por parte del diputado socialista, impulsor, entre otros proyectos, de esa ley integral contra la violencia machista que puede llevarlo a declarar en calidad de imputado ante el Tribunal Supremo (TS).

De hecho, la magistrada instructora, María Auxiliadora Díaz, elevó ayer una exposición razonado a la Sala de lo Penal tras tomarle declaración a seis testigos y ver indicios de malos tratos, entre ellos la víctima, dos hermanas, una hija de otro matrimonio y varios vecinos, según han confirmado fuentes judiciales. El Alto Tribunal deberá decidir ahora si asume la causa remitida por el juzgado y cita al exministro para interrogarlo como imputado, pues goza del privilegio del aforamiento por su condición de parlamentario y, por tanto, sólo puede ser investigado por el Supremo. De ahí la inhibición del juzgado de la capital grancanaria.

No es la primera vez que López Aguilar es denunciado por una supuesta agresión a Natalia N. A. El pasado mes de enero un hijastro lo acusó de golpear a su madre, pero ésta lo negó y su hijo retiró la denuncia. Esa investigación, que la llevó el Juzgado de Violencia de Género número 1 de la capital, fue archivada tras tomarle declaración a la progenitora y su vástago, pues la afectada sostuvo que el moratón en el ojo fue consecuencia de un accidente doméstico.

Los hechos que la juez eleva ahora al Supremo no tienen nada que ver con esa primera causa archiva. En esta nueva declaración, Natalia mantuvo que no sufrió una agresión en las pasadas Navidades, pero sí reveló que ha sido víctima de episodios de violencia física y verbal durante su matrimonio.

Se trata de insultos como puta loca, gorda y foca apestosa, así como de frases del tipo «me merezco a una mujer de más pecho» o «tienes a los niños consentidos y no vales para nada», entre otros. Esas supuestas vejaciones, incluidos varios episodios de agresión física, han sido admitidos por Natalia y confirmados por los testigos, sobre todo por la hija de la víctima y una de sus hermanas.

Y es que Natalia se negó a responder en comisaría si era víctima de malos tratos. Lo confesó después, en el juzgado, tras las declaraciones de sus familiares. Entre las escenas de violencia física relatadas hay dos que parecen graves: en una López Aguilar supuestamente la agarra por la cabeza y la golpea con una palangana mientras bañaba a los niños, y en la otra le propina un cabezazo.

También, en las declaraciones, se recogen comentarios de los hijos menores del matrimonio sobre los supuestos golpes de Juan Fernando López Aguilar, y al menos dos vecinos han confirmado gritos y discusiones frecuentes entre los cónyuges, incluso un forcejeo de ambos en el descansillo de la escalera.

El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) se ha apoyado precisamente en la declaración de los vecinos para investigar los hechos. La víctima no ha denunciado los malos tratos, sino que estos fueron descubiertos de manera fortuita por los agentes, tras dos conatos de incendio en la casa de Natalia que motivaron la intervención del Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Nacional.

El primero de ellos ocurrió el pasado día 6 de marzo al dejarse Natalia una sartén al fuego. La misma situación se repitió el 28 del mismo mes, aunque el incidente en esta ocasión fue más grave y los bomberos tuvieron que forzar la puerta para entrar a la vivienda. La exmujer de López Aguilar se había quedado dormida tras tomarse varios gintonic, tenía una sartén con aceite sobre la vitrocerámica encendida y sus hijos estaban acostados con ella.

La intervención de las fuerzas de seguridad evitó una desgracia mayor, al tiempo que el SAF comenzó a investigar y llegó hasta malos tratos. Los vecinos apuntaron a una relación rota, que no funcionaba y tenía a Natalia sumida en el alcohol tras la separación. Ella niega un problema con la bebida y vincula lo sucedido al carácter narcisista del diputado, sus reacciones bruscas y al trato poco social con sus allegados.

El eurodiputado socialista ha hecho público en la noche de este lunes un comunicado en el que sale al paso de la acusación de malos tratos a su esposa, de la que está en trámites de divorcio.
López asegura que la acusación es falsa: «Me voy a defender con la verdad»

El comunicado de prensa del eurodiputado dice así:

«Esta mañana 6 de abril he comparecido ante los medios de comunicación para dar cuenta de mi actividad como parlamentario europeo.

Con posterioridad a la rueda de prensa, y por propia iniciativa, he telefoneado al servicio de atención familiar de la policía judicial de las palmas para recabar información sobre dos incidentes graves ocurridos en el domicilio donde mi ex mujer convive con mis hijos menores de cinco años, que tuvieron lugar, respectivamente, los días 6 de marzo de 2015 y 28 de marzo de 2015. En ambas ocasiones me encontraba ausente de Las Palmas, en la primera fecha realizando mi trabajo como parlamentario europeo y en la segunda en el comité federal del PSOE.

En las dos ocasiones  se produjeron sendos conatos de incendio, que produjo una intensa humareda que alertó a los vecinos. Según he sabido de las diligencias, después de tocar reiteradamente en la puerta sin respuesta, algún vecino decidió llamar a los bomberos con el acompañamiento del SCS y la Policía. En la segunda ocasión, los niños menores de edad se encontraban durmiendo en el domicilio.

En esas diligencias consta que mi ex cónyuge, con la que he firmado  un convenio de divorcio ratificado por ambos ante el Juzgado, no respondió en el momento las llamas de los vecinos, constando según las diligencias aparente embriaguez. Me interesé ante la policía porque, sin que nadie del entorno familiar me lo comunicara, mis hijos habían estado en situación de peligro  en el antiguo domicilio en el que ya no resido desde hace siete meses .Completamente ajeno a esos hechos, me entero solo al interesarme por ellos, que de las diligencias policiales ha resultado una denuncia contra mí por presunta violencia de género.

Los hechos denunciados son falsos. Sostengo mi inocencia rotundamente y con toda contundencia. Deploro, denuncio y combato la violencia de género, y niego rotundamente la veracidad de las referencias que se alegan para implicarme en hechos en los que no he tenido ninguna participación.

Hace cerca de un año que estoy intentando concluir un proceso de divorcio de mutuo acuerdo, en el que no he encontrado colaboración ni cooperación por parte de mi ex cónyuge y de su entorno familiar. He ofrecido cumplir con todas mis obligaciones económicas y garantías con los menores.

Aún a pesar de mis esfuerzos, no solo no he conseguido un entendimiento cooperativo sino que he sufrido un proceso doloroso de tensión emocional que incluye advertencias y amenazas con “destruirme” en aquello en lo que más me he esforzado en  toda mi vida: Una hoja personal, profesional y de servicios intachable, cumplidora de la ley y fuera de toda sospecha.

Sin que nadie me comunicara nada ni ninguna actuación judicial y policial contra mí, he tenido conocimiento al final de la mañana que personas del entorno personal y familiar de mi ex mujer deciden declarar contra mí ante las investigaciones de la policía, en lo que revela una estrategia de justificación de su propio estado depresivo en el momento de los incendios.

Soy completamente ajeno a esos hechos y niego haber sido  autor de malos tratos físicos y verbales.
En este proceso de divorcio he sufrido personalmente como nunca. Ha sido muy doloroso ver que personas a las que has querido y por las que has trabajado y comprometido te amenazan de que si culminas la ruptura matrimonial sufriría, como estoy sufriendo ahora, la agresión  a mi honorabilidad, credibilidad y mi trabajo político de tantos años.

No lo puedo consentir ni puedo permanecer indefenso. Me voy a defender con todos los derechos que me asisten y con la verdad.

Hoy he soportado que personas del entorno de mi ex y ella misma declarasen contra mí. Estoy en disposición de aportar testimonios directos de todo el entorno personal, familiares, amigos, personas del entorno de trabajo y colaboradores que han sido testigos de la presión constante y amenazas que he sufrido para que no llevase adelante la ruptura matrimonial, con la advertencia directa de que me iban a destruir.

Ahora, retroactivamente, surgen en un relato retrospectivo de hechos falsos que no fueron denunciados en su momento, que se remonta supuesta y falsamente al pasado y, que no tienen otro objetivo que dañar mi integridad moral y mi honor, pero también de faltar a la verdad.

Soy consciente de la gravedad de los hechos, falsos. Garantizo a mi partido y a quienes confían en mí, mi inocencia. Debo recordar que una primera advertencia de este crescendo de agresividad contra mí por parte del entorno de mi ex  mujer en el que una testigo, donde los niños menores y el propio denunciante reconocieron en menos de 24 horas la falsedad d los hechos. En muchas ocasiones se me aconsejó personal y legalmente que denunciara yo esas amenazas. Decidí no hacerlo pensando siempre en el bien de los niños menores de edad, en el respeto a la privacidad y a la intimidad de la vida  familiar, además de evitar el dolor y el daño que eso produce en una persona que ejerce responsabilidades públicas.

No ha sido así porque en esta ocasión ya está firmado el acuerdo de divorcio. Pido respeto para mi dolor personal y me declaro víctima de otra denuncia falsa. Sostengo la validez de la ley contra la violencia de género, pero me defenderé ante esta falsedad con testimonios, cuantas pruebas documentales y comunicaciones prueben mi inocencia».

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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