Resulta irónico como poco escuchar al todavía Presidente Rajoy decir que «no va a aceptar que unos señores liquiden la Democracia» refiriéndose a Cataluña. Él, el mismo Presidente de Gobierno que niega el derecho a un referéndum sobre el tema. El mismo que también lo negó en su día en Canarias sobre las prospecciones petrolíferas. El mismo que ha impuesto una Ley Mordaza gracias a la que se está juzgando a personas y pidiendo penas de prisión por el «delito» de ejercer su derecho a manifestarse. El mismo que lleva cuatro años haciendo recortes en los derechos sociales…
Resulta irónico como poco verle aparecer ¡por fin! públicamente ante la prensa en vez de esconderse tras una pantalla de plasma como lleva haciendo toda la legislatura y hablar con contundencia sobre un problema del que él es el principal responsable.
Posiblemente no se hubiera llegado a esta situación si este «Presidente inmóvil» hubiera buscado el diálogo desde el primer momento. Pero no, primero fue el Recurso de inconstitucionalidad contra el estatuto de autonomía de Cataluña, presentado en el año 2006, recurso sin el cual la situación ahora podría ser muy diferente. pero lo más absurdo y sin la menor explicación lógica es que estando en el Gobierno del Estado durante cuatro años y a pesar de las muchas reclamaciones de diálogo, el Partido Popular haya sido incapáz de sentarse a negociar una salida conveniente para ambas partes y hayan preferido recurrir a los hábitos de la «cerrazón mental» tan propios de la época de la dictadura…
…Pero claro, ¿qué podemos esperar por parte de una formación política con dirigentes capaces de cerrar un discurso con un «Arriba España» ?
Es evidente y a nadie con un mínimo de «entendederas» se le escapa, que la única solución al conflicto catalán pasa por el diálogo y la convocatoria de un plebiscito acordado y aceptado por todas las partes. De hecho, esa es la auténtica opción democrática, pero está claro que al Gobierno pepero la palabra Democracia le viene grande y sólo le sirve cuando le cuadra a sus propios intereses.
«Rajoy el inmóvil» y su acólito Rivera están lanzando un discurso que recuerda a los mensajes del dictador Franco metiendo el miedo en el cuerpo para lograr apoyo a sus intereses, distorsionando la auténtica realidad que no es otra que el que este desafío procedente de parte del Parlamento Catalán es sencillamente un nuevo toque de atención ante la negativa estatal de permitir el referéndum que toda la sociedad catalana (independentista o españolista) reclama.
Otras formaciones políticas, como el PSOE, ya apuestan por reformar la Constitución y asentar las bases para que España se convierta en un Estado Federal. Claramente no se trata del mayor anhelo de Pedro Sánchez «el guapo», pero es lo suficientemente inteligente como para saber que si no se produce esa transformación, más pronto que tarde España se fracturará irremediablemente. Si vemos con objetividad la situación y contemplamos al resto de naciones del mundo que han optado por ese sistema, la verdad es que no les ha ido tan mal ni mucho menos, ¿verdad?…
Estamos ante un momento histórico, el punto que dentro de unos años podrá contarse en los libros de texto como el momento en que España inició los pasos hacia el Estado Federal y avanzó en el tiempo para colocarse por fin en el siglo XXI, con respeto hacia las distintas nacionalidades que la conforman. Pero eso sólo podrá lograrse si entre todos hacemos un uso adecuado del Estado de Derecho y la Democracia, si nos sentamos a dialogar en busca de soluciones en vez de cerrar puertas de un portazo como hacen los herederos del franquismo.
Angel Rivero García
