La repentina y contradictoria orden del concejal de restablecer el servicio público de hamacas y sombrillas en las playas, tras dos años de completa inoperancia política y amontonadas, otorgando nuevamente el servicio a la antigua concesionaria con el contrato ya vencido cuando defendía públicamente y en sesión plenaria el rescate de la explotación directa del servicio por la empresa municipal Emursa, es para el grupo municipal de PP-AV “un ejemplo sintomático de la preocupante ligereza, falta de planificación y constante improvisación” con la que está gobernando hasta ahora el cuatripartito de la socialista Narváez.
El restablecimiento del servicio municipal de hamacas y sombrillas en las playas del Inglés y Maspalomas ordenada este pasado lunes por el primer teniente de alcalde y edil responsable del Cuidado del Litoral, Samuel Henríquez Quintana, demuestra la preocupante incapacidad y falta de gestión gubernativa del cuatripartito político que sustenta en la alcaldía a la socialista Concepción Narváez Vega.
El servicio de hamacas y sombrillas en las playas fue paralizado por el Ayuntamiento en marzo de 2020. Su restablecimiento dos años más tarde, después de ocho meses de que se decretara el final del Estado de Alarma, escenifica sobre todo la incapacidad del cabeza de lista de NC para gobernar un municipio turístico de primer orden como éste, que es tan decisivo para la generación de empleo y el desarrollo económico y social de toda Gran Canaria.
Como concejal responsable del cuidado de la imagen y los servicios de las playas de Maspalomas y El Inglés, que son una de las mayores estampas promocionales turísticas de San Bartolomé de Tirajana y de la Isla, Samuel Henríquez ha sido incapaz siquiera de aprovechar el periodo del confinamiento para actualizar, modernizar y mejorar los servicios y estados de las playas del municipio, que desde su reapertura actúan como uno de los principales complementos para la oferta turística insular.
El portavoz de NC en el gobierno municipal ha demostrado una preocupante inoperancia y negligencia como gestor público, pues desde que se decretó el final del Estado de Alarma el domingo 9 de mayo de 2021, hasta ahora, ha sido incapaz de dictar y ordenar la inmediata puesta a punto de ese servicio playero que el Ayuntamiento regenta como una concesión administrativa por la que paga a la Demarcación de Costas un canon anual de 437.000 euros.
Gestión precaria e improvisada
La precaria y desatinada gestión de Samuel Henríquez en el área de playas ha sido tan desastrosa que incluso ha recibido numerosas y constantes quejas por parte del empresariado turístico por desatender con improvisaciones y una absoluta falta de planificación y de gestión un servicio vital que debía estar listo y servir desde el primer minuto posterior al confinamiento como un elemento distintivo de la calidad turística del municipio y contribuir a la recuperación y posterior afianzamiento de la maltrecha industria vacacional en la era postcovit.
“La falta de gestión del cuatripartito y especialmente del primer teniente de alcalde respecto al turismo y los servicios turísticos de temporada ha sido un continuo desatino político que los vecinos y el empresariado del municipio de San Bartolomé de Tirajana no podemos permitirnos, porque pone en peligro la estabilidad de un sector que contribuye a la supervivencia económico-familiar de la sociedad isleña. Una prueba más de esa mala gestión gubernativa fue la perdida de la bandera azul el pasado agosto en las playas de San Agustín y Meloneras por primera vez en la historia del municipio”, recuerda la portavoz de PP-AV, Elena Álamo Vega.
Desde noviembre de 2020, tanto Narváez como Samuel Henríquez han venido vendiendo y radiando a la opinión pública con absoluto descaro y una vergonzante falta de rigor ético que el gobierno cuatripartito trabajaba en una nueva licitación del servicio de hamacas y sombrillas, argumentando la falacia de que el mismo quedaría restablecido mediante su municipalización y encomienda de gestión a la empresa municipal de recaudación Emursa, para lo que incluso encargaron un estudio privado a la postre inútil, que ha costado a las arcas públicas del Ayuntamiento un innecesario derroche de tiempo y de dinero, en concreto 16.039,30 euros, y cuyo objetivo era “determinar la viabilidad de esa decisión y si la gestión directa del servicio era la forma más eficaz y sostenible”.
Con esa letanía política llegó el verano de 2021 y las cuatro playas de mayor afluencia turística de San Bartolomé de Tirajana (Maspalomas, Playa del Inglés, El Cochino y Meloneras), no disponían aún del servicio de hamacas y sombrillas. En julio, el edil de Litoral recalcaba una y otra vez aquella decisión de municipalización, que por otra parte había generado diferencias dentro del propio grupo de gobierno. Un año antes el PSOE y CC apostaban por reactivar la puesta en marcha del servicio mediante una nueva concesión pública a una empresa privada, mientras que sus socios de NC defendían la iniciativa de la explotación directa por parte del Ayuntamiento cediéndosela a Emursa.
Sin embargo, y pese al acuerdo plenario que finalmente aprobó en noviembre de 2020 el estudio y la creación de una comisión de seguimiento para la encomienda de gestión a Emursa, que sólo se reunió una vez en todo este tiempo, el portavoz de NC ha decidido ahora el repentino y urgente restablecimiento del servicio de hamacas y sombrillas a través de la empresa Perfaler, la misma que ya venía gestionando su explotación desde 1997. Detrás de esa orden del lunes se amalgaman reproches internos entre el PSOE y NC en el seno del gobierno además del efecto negativo sobre el mismo de las críticas devastadoras por parte de la ciudadanía y de un amplio sector empresarial cansado de tanta ineficacia política.
Contradicción alarmante
La contradicción del concejal de Litoral es alarmante. En el pleno de noviembre de 2020 y hasta el pasado mes de julio Henríquez defendió la concesión a Emursa porque sería -dijo textualmente- “mucho más operativa y eficiente”, ya que según sus cálculos la recaudación anual de este servicio era de unos cinco millones de euros e incluso de hasta siete millones en las épocas de bonanza turística. “Se estima que la gestión directa supondrá un beneficio para las arcas públicas de 1,5 millones de euros anuales y ese dinero puede revertir directamente en las arcas públicas, sin intermediarios”, afirmó sin sonrojarse, aún dudando tal y como reconoció al plenario sus dudas sobre si la encomienda a Emursa conllevaría que fuera la empresa municipal la que se encargara de realizar la recaudación económica directa o que ésta cediera esa tarea a otra empresa distinta y siguiera siendo la empresa pública la que liquidara directamente con el Consistorio.
Ante tanta incompetencia, el Grupo Municipal PP-AV ha venido advirtiendo una y otra vez del daño que la carencia de estos servicios inflige a la imagen y la marca turística internacional de Maspalomas. Su portavoz, Elena Álamo, ha reprochado a Narváez y Henríquez la incapacidad del cuatripartito para afrontar decisiones y su continua venta de humo de cara a la galería. “En dos años han tenido tiempo y hasta ahora no han hecho absolutamente nada”, dice.
A mediados del pasado mes de julio, estando Narváez de vacaciones y él actuando como alcalde en funciones, Samuel Henríquez afirmó a distintos medios de comunicación que para el gobierno cuatripartito el restablecimiento inmediato del servicio de hamacas y sombrillas ese mismo mes era una “prioridad”, tras seis meses sin estar operativo y creando una situación que provocó las críticas directas de muchos empresarios, sobre todo de los más próximos a las playas. En su envalentonamiento, Henríquez incluso llegó a magnificar la futura gestión directa del servicio de hamacas y sombrillas por Emursa argumentando que conllevaría un ahorro beneficioso para los usuarios porque se pensaba vincular el alquiler de las hamacas y sombrillas al uso del parking del Anexo. Señaló al respecto que se restablecería con todas las garantías postcovid, con una reducción del número de tumbonas de entre un 60% y un 70% debido a su separación, desinfectadas y con rutas de entrada y salida, e incluso con el uso de datafonos para evitar el manoseo de dinero en metálico por los cobradores de la empresa concesionaria
Elena Álamo observa que “la desastrosa gestión del cuatripartito de Narváez obedece a la incapacidad e inoperancia de sus miembros, como sucede con la actuación diaria del concejal de Playas Samuel Henríquez, que ha tenido al municipio dos años sin servicios de hamacas y sombrillas, dejando de generar ingresos para las arcas públicas, por su mero capricho personal de municipalizar al personal del servicio, y además argumentando constantemente durante esos dos años la excusa banal de la imposibilidad de reactivarlo debido a trabas burocráticas”.
En la mala praxis del edil responsable de las playas de San Bartolomé de Tirajana también se denuncia por parte de PP-AV la inexistencia del preceptivo y necesario expediente administrativo del Ayuntamiento con su correspondiente informe técnico para el pago de 91.000 euros a la empresa Sombritolds SL, que se destinaron a la reparación de las tumbonas y los parasoles, aún cuando en julio de 2020 fueron retiradas de las playas y trasladas a las dependencias del Mercado Municipal de Maspalomas para “limpiarlas y adecentarlas antes de volver a colocarlas en las playas”, según excusó el mismo concejal.
Elena Álamo Vega, Portavoz Agrupación de Vecinos PP-AV
