El profesor Pedro Fleitas regresa de Japón una vez más lleno de entusiasmo

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Desde 1988 el profesor canario viaja al país donde el sol es naciente, más de cien viajes a este país en  27 años, a los cuales hay que añadir su participación en congresos en varios continentes siempre en vías de estudio y formación siguiendo la estela de su mentor, el DR. Masaaki Hatsumi.

Asiduo a las enseñanzas de la figura carismática de su Maestro, que quizás muchos considerarían técnica pura y dura. Pudiendo ser esta afirmación totalmente errónea. Es más lo es. Su Maestro heredero de nueve antiguas y tradicionales escuelas de artes marciales que se componen además de filosofía y medicina, es una muestra que se exponen  muchas excusas para vivir plenos y tomarse la vida demasiado en serio.

Quien desconoce las artes marciales Bujinkan, quien apenas ha arriesgado a profundizar a tan solo “un metro” por desinterés, quizás por miedo o quizás por incapacidad no podrá  entender nunca la magnitud y la esencia de estas escuelas.

Conformada por cientos de miles de practicantes de todos los continentes. Visitar el Dojo (lugar de entrenamiento) central en la ciudad de Nodashi (esta ciudad es conocida por que la factoría de kikkoman, es decir donde se prepara la original salsa de soja que se envía alrededor del mundo) es toda una aventura en un mundo sutil lleno de colorido. Todos los idiomas, todos los países y las fronteras desaparecen. El sudor las hace desaparecer. La gentileza y el vaivén rápido de lo mundano a lo sublime del Dr. Masaaki Hatsumi dejan información en la sangre que la transporta a todo el cuerpo y sus correspondientes partes. Una de las condiciones de la sangre es la isotérmica, es decir mantener la temperatura adecuada para que se desarrolle la vida. Y así ocurre.

Este Maestro japonés tiene un currículo que realmente asombraría, sobre todo a los que le dan importancia a los títulos. Aunque al desnudarnos a la realidad el título único y válido es que a la fecha de hoy, a sus 84 años tiene una vida muy activa. Imparte clases a estudiantes de alrededor del mundo tres veces por semana, es pintor, escritor. Sus libros han sido traducidos a múltiples idiomas. Ha participado en series televisivas de gran éxito, además ha sido productor de alguna serie y consejero técnico de algunas películas como shinobi no mono. Es admirable y al mismo contundente la total dedicación de sus éxitos a quien su Maestro, Toshitsugu Takamatsu.

Nos repite: ser fuerte o débil no tiene sentido, lo importante es la vivir sin pensar demasiado  y lo ejemplifica con la acción de arrojar una piedra y hacer que esta rebote sobre la superficie  del agua. Esta acción hay que mantenerla por largo tiempo y obtener una longevidad acorde con el ritmo de la vida y los principios de la naturaleza.

Entre viaje y viaje a Japón (cada tres a cuatro meses desde 1988) el profesor canario se dedica a viajar por Europa, LatinoAmérica, Estados Unidos e incluso Nueva Zelanda compartiendo sus experiencias con la mítica figura de su profesor con alumnos de estos países. Y aun así le queda tiempo para atender su consulta atendiendo a consultantes y su centro de formación donde forma a un elegido grupo de discípulos en varias disciplinas y despliega  sus conocimientos de acupuntura, Osteopatía, homeopatía, herbolaría, anma (sistema  japonés de técnicas manuales), etc.

Pedro reconoce que tiene dos padres, uno a diez mil kilómetros del otro. Su padre Domingo que según él es  un genio de cómo vivir  y que tiene 93 años y su otro padre en las artes, Hatsumi Sensei con 84 años y así se debate su vida de un lado a otro, recorriendo diez mil kilómetros como si fueran cien metros. Rompiendo con el espacio y el tiempo y con la ambigüedad que supone esa transformación.

Pedro no es muy dado a la palabra, es un hombre de acción. Como el mismo dice es lo que he aprendido de mis padres. Y es cuando la palabra surge como un brote del corazón entonces deber estar en consonancia con la actitud. En caso contrario la ambigüedad sería perjudicial y generaría una discriminación en el interior.

A.D.C

 

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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