El Carnaval Tradicional de Telde concluyó este domingo con el entierro de la Sardina, un peculiar cortejo fúnebre que recorrió varias calles entre San Gregorio y San Juan para despedir al pez más divertido.
La comitiva, presidida por el concejal de Festejos, Juan Martel, y varios representantes de la curia carnavalera, estuvo formada por un centenar de personas que ‘lloraron’ la pérdida de la sardina por la Avenida de la Constitución, la calle Poeta Fernándo González, la Avenida del Cabildo (carril de bajada), la Rotonda de Daora, la Avenida del Cabildo (subida) y las calles Pérez Galdós, Julián Torón, León y Castillo y Juan Carlos I hasta la plaza de San Juan.
Allí, tras la lectura de un responso, la sardina fue incinerada en un espacio acotado y bajo la supervision de una unidad de bomberos y voluntarios de Protección Civil.
