Los vecinos de La Solana califican de “vergonzosa” e “irresponsable” la ausencia de respuesta por parte del Ayuntamiento de Telde ante la problemática que sufren desde hace años por la ausencia de agua corriente en el barrio. Solo disponen de este suministro básico dos veces a la semana, según señala el presidente de su asociación de vecinos, Pablo Agriela.
Ante la “desesperación” por el estado de las carreteras sin asfaltar, asegura el portavoz, acudieron hace algo más de un mes al diputado del común para intentar alcanzar una solución frente a “los oídos sordos” de la corporación municipal. Este, durante la reunión, identificó el problema de asfaltado, “pero le llamó mucho más la atención la situación referente al agua, por lo que decidió ponerse manos a la obra y actuar de oficio para impulsar una lucha que los vecinos comenzamos hace años”, agregó. Los pasados días 20 y 21 de marzo, el defensor del pueblo envió un escrito a la alcaldesa del municipio, Carmen Hernández, y a su equipo para solucionar el problema que se agrava conforme pasa el tiempo. “Una vez más, nos han ignorado, tuvimos que esperar hasta el día 11 de abril y tampoco recibimos respuesta”, explica Agriela con la indignación propia recogida entre los 200 vecinos afectados.
Siguiendo los pasos establecidos “y sin tener otra salida”, afirma, el diputado del común puso en manos del Consistorio un segundo escrito -el pasado 16 de abril-, lo que ha abierto una segunda prórroga, esta vez de 30 días, para que los responsables de la ciudad den alguna respuesta. “Vemos lo que va a pasar y, como llevan haciendo todo este tiempo, no nos van a solucionar nada. Eso, con suerte, si nos contestan”, destaca el presidente que no duda en asegurar que “aunque es su responsabilidad, no nos quieren ayudar, nos tienen olvidados y no existimos para ellos, porque es un problema que llevamos arrastrando desde 2014 hasta ahora, a pesar de sus promesas, y solo aparecen por aquí cuando hacemos ruido en los medios de comunicación, para callarnos, pero nada más”.
Los teldenses de La Solana ya no saben qué más hacer ni a quién más recurrir y resaltan, una y otra vez, que se trata de “una necesidad básica que no puede faltar, en especial tratándose del segundo municipio de Gran Canaria más poblado y en el siglo en el que estamos”, critican sin olvidar mencionar que “desde el Ayuntamiento hablan de superávit y se dedican a despilfarrar el dinero público en grandes obras, solo en una parte de Telde, mientras aquí no tenemos un servicio básico como es el agua y la periferia queda olvidada”.
Hacen hincapié, además, en que La Solana no es el único barrio que sufre este problema, pero que “se les escucha todavía menos” porque no tienen una asociación que les represente. “Ya está bien de que deba existir la figura de un presidente o un movimiento vecinal que haga el trabajo que ellos deben hacer, porque que los vecinos de Telde tengan cubiertas sus necesidades y que estén al día de lo que ocurre en cada uno de sus rincones es una labor suya y no tenemos ni que luchar por algo que no deberíamos ni pedir, ni recordárselo, ni rogarles lo que por derecho nos corresponde, que esto ya es de vergüenza”, denuncia Agriela.
Estos vecinos sienten que les están “faltando el respeto” y recuerdan que pagan sus impuestos y que no son “menos que nadie”, por lo que esperan que, de una vez por todas, se tomen en serio su situación y hagan algo al respecto. “Pero no nos vale que vengan para quedar bien, que tengamos que estar detrás de ellos para que, por fin, nos pongan farolas en nuestras calles, que pese a ello agradecemos, y se vayan, de nuevo, dejándolo igual. Ahora queremos una respuesta oficial, que se sienten con nosotros, que nos den una fecha y que la cumplan, porque llevamos más de cuatro años esperando y no es justo”, afirman.
“Prometen y prometen, como lo que hicieron con el asfalto, que llegó tarde y de la manera injusta que lo hizo, pero no son capaces de venir, de manera seria y comprometida, para conocer nuestra realidad y cambiarla” se quejan los vecinos. “Algunas zonas de Telde con grandes parques nuevos y otras no tenemos ni agua. Así está el municipio”, concluyen, sin olvidar que tampoco disponen de buenas carreteras, zonas de ocio o espacios donde los más pequeños puedan estar.
