EL 97% de los teldenses residentes en el extranjero no podrán votar

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El voto exterior es un voto recogido por la Constitución que debe ser garantizado por las autoridades competentes. Su restricción no sólo representa la negación de los derechos fundamentales de la comunidad de españoles y españolas residentes en el exterior, sino la muestra del desgaste de la democracia en España.

Apoyamos todas las demandas de la marea granate, colectivo que lucha por los derechos de todos los españoles y españolas residentes en el exterior, para abordar una reforma que garantice unos procesos electorales eficaces y eficientes en el exterior que elimine la abstención forzosa de este colectivo, acabando con los  tres obstáculos que lo posibilitan:

1. Falta de transparencia y homogeneización en los procesos y aplicación de la ley.

2. Las dificultades en el registro consular, facilitando las inscripciones a distancia.

3. El ruego del voto.

# Son muchos los obstáculos burocráticos que dificultan el ejercicio del derecho de voto a los más de 1.807.642 españoles inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) que viven en el extranjero y otras decenas de miles de residentes temporales.

# Son numerosos los españoles residentes en el extranjero que denuncian las dificultades burocráticas que encontraron para ejercer su derecho de voto en las elecciones autonómicas del 24 de mayo de 2015, tanto por vía telemática como por fax. Muchos de los inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) que intentan realizar el trámite preceptivo de solicitud de voto no lo consiguen porque el sistema es dificultoso en su tramitación.

# En esta legislatura desde el Grupo Parlamentario de IZQUIERDA UNIDA hemos realizado muchas iniciativas que afectaban a los españoles en el exterior, por ejemplo, sobre el escandaloso y escasísimo número de solicitudes de voto de españoles residentes en el extranjero en las elecciones autonómicas del 24 de mayo de 2015, debido al sistema de “voto rogado” aprobado por el PP y el PSOE, que pone en cuestión la plena legitimidad de los resultados.

# Sólo se han aceptado 46.384 solicitudes de voto de emigrantes en el conjunto del país- de 1.919.082 inscritos en el CERA, en torno al 5,6%-, según los últimos datos facilitados por la Oficina del Censo Electoral. Por experiencia de las anteriores autonómicas sabemos que menos de la mitad de los solicitantes consiguen emitir realmente su votoNo se reciben las papeletas de votación o no se reciben a tiempo, por lo que la participación electoral de los expatriados será muy baja el 20 de diciembre, probablemente inferior al 3%, con un 97% de abstención en su mayor parte forzada.

# Tan solo 34.310 personas (el 2%) de los 1.724.390 electores inscritos en el Censo Electoral de Españoles Residentes en el Extranjero (CERA) pudo participar en las elecciones europeas del 25 de mayo de 2014, dirigidas al Gobierno para la que se solicita respuesta escrita.

# La propia Junta Electoral Central tuvo que admitir el desastre y ampliar el plazo del voto CERA debido al retraso en el envío de la documentación electoral a los residentes en el extranjero.

# Las dificultades creadas por la nueva normativa además de otros problemas han producido situaciones lamentables como que en Venezuela ninguno de los 157.000 inscritos en el CERA haya podido votar o que solo se hayan recibido 507 votos de emigrantes canarios, lo que supone un 0,4% del censo que asciende a 125.957 personas. En el País Vasco, de 60.206 inscritos, y de 3.846 solicitudes aprobadas, sólo votaron 1.560 emigrantes. En Melilla solamente se recibieron tres votos de casi 4.000 censados.

# El sistema de ‘voto rogado’, que comenzó a aplicarse en los comicios de 2011 de mutuo acuerdo entre el PP y el PSOE, es la razón que explica el hundimiento de la participación del colectivo emigrante en las sucesivas convocatorias electorales, con el agravante de que el PSOE y el PP se pusieron de acuerdo para suprimir el derecho de voto municipal de los españoles.

Los problemas principales de esta práctica están ligados, no solo al «ruego» en sí, sino a la multiplicación de trámites para poder votar, a un acortamiento irracional de los tiempos (sobre todo, para los españoles que residen fuera de la Unión Europea, que es el caso de 2/3 de los expatriados) y a la práctica inexistencia de una publicidad institucional, didáctica y eficiente, que explique correctamente a los electores cómo deben proceder. Además, existe un agravio comparativo de facto, ya que toda esta situación, de momento, no la padecen los españoles residentes en el territorio nacionalañoles residentes en el extranjero.

# En más de una ocasión se ha hablado de la conveniencia de reformar este mecanismo para facilitar el voto, pero hasta la fecha tanto el PP como el PSOE no han hecho nada porque las palabras se las lleva el viento.

# La instauración del voto exterior fue la expresión de una voluntad o apariencia de voluntad democrática, el deterioro al que se ha visto sometido es síntoma del estado de enfermedad de la democracia en nuestro país. La emigración es un desahucio colectivo…

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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