«El 1 % contra todos y contra todo»

Comparte esto:

Según un estudio llevado a cabo por la entidad financiera Credit Suisse, este año la riqueza del 1 % de la población mundial ha llegado a superar la mitad del valor del total de los activos expresables en dinero. Los más ricos en la cúpula de la riqueza ya poseen tanto como el 99 % restante. Esto supone que ochenta y cinco seres humanos (los mayores multimillonarios) acaparen tanta riqueza como la de que disponen más de tres mil quinientos millones de personas, la mitad más pobre de la población global. En España, el segundo país más desigual de Europa, el 1 % de la población concentra más riqueza que el 70 % más pobre.

Hasta el número de ultra ricos, patrimonios de 500 millones de euros o más, repunta. Un responsable del banco suizo que ha realizado la investigación lo ha expresado con claridad: “La nuestra es una industria en pleno crecimiento, la riqueza seguirá su trayectoria al alza”. Porque el principal vector para el acaparamiento masivo de riqueza está, precisamente, en las ventajas y privilegios de que gozan las finanzas, que permiten a los más poderosos, entre otras prebendas, sumar subidas en el precio de acciones de las empresas multinacionales y otros activos, sin límite.

Lo que, en un principio, sorprende, es que desde 2008, el año del inicio de la “Gran Recesión”, esta desbocada usura no ha hecho sino que aumentar. Lo que pone de manifiesto que el escandaloso “rescate” del Casino financiero, habilitado por la generalidad de los gobiernos estatales, no fue más que una artimaña para socializar las masivas pérdidas en que incurrió la llamada “financiarización” global de la economía.

Los consorcios plutocráticos privatizan las ganancias y hacen públicas las pérdidas. Y cuando sólo se gana, cuando no hay riesgo de perder, ya no se trata de economía y, menos aún, de libre mercado, de oferta y demanda equilibradas y equivalentes en recursos materiales e informativos. Entonces, de lo que se trata es de expolio de la riqueza social, perpetrado por los más poderosos, “pacíficamente”, gracias a los títeres a su servicio que usurpan, desmantelan y arruinan las instituciones públicas democráticas y de derecho.

Los mercenarios a sueldo de los que mandan “en la sombra” son una clase en sí mismos, son “los cuadros” al mando político y administrativo de las entidades públicas; los que llevan la gerencia de las mayores empresas; y quienes, por su preparación o prestigio, orientan culturalmente la sociedad. Desde luego, ni todos, ni con el mismo nivel de responsabilidad, son los que conforman la clase socioeconómica que sostiene el statu quo y cómplice necesaria para que la situación perdure. Son parte activa del problema. Los demás, la inmensa mayoría, silenciada y empobrecida, también somos responsables de lo que está ocurriendo, pero desde el lado de las víctimas, lo cual, debería concienciarnos a ocuparnos, prioritariamente, de las soluciones. Porque ya queda claro a quién sirve el Neoliberalismo rampante; ya sabemos a dónde ha ido el dinero; ya no se nos oculta que lo de la “Crisis” ha sido un mero eufemismo para disimular lo que, en realidad, es el mayor robo “de guante blanco” de la historia.

Por tanto, lo que procede es actuar políticamente contra una deriva que amenaza con echarlo todo a rodar sin remedio, extendiendo el apocalipsis por todo el planeta y desestructurando la biosfera planetaria. Y solo por ganar dinero, por el vil afán de privatizar el lucro, sin tino y sin tope. ¡Atajo de miserables!

Xavier Aparici Gisbert, filósofo y emprendedor social

http://bienvenidosapantopia.blogspot.com

Florentino López Castro

Florentino López Castro

Deja un comentario