No hay sintonía entre este gobierno local y los vecinos de la playa de Ojos de Garza. Hasta ahora la institución y el barrio habían ido casi de la mano en la tarea de buscar una salida a las 21 casas con sentencia firme de derribo porque están afectadas por Costas. El colectivo les ha dirigido un duro escrito cargado de reproches.
Las malas vibraciones se venían cimentando desde hace meses, pero estaban larvadas. Solo las mociones del PP sacaban a la luz ese clima de desencuentro y ponían el dedo en la llaga. Pero el detonante para el estallido vecinal fue la negativa de Planeamiento a la solicitud de los afectados de que se tramitara una modificación puntual del vigente Plan General de Ordenación Urbana (PGO) que les habilitara el ansiado suelo para el realojo del caserío, unos metros más atrás de donde están ubicados ahora. Se les dio respuesta mediante un informe técnico del jefe del servicio, del 5 de febrero pasado, en el que se les deja claro que esa pretensión «interfiere en el ejercicio de competencias estatales», que son las de la Ley de Costas y las determinaciones del Plan Director del Aeropuerto de Gran Canaria. Aseguran fuentes de Planeamiento municipal que esa parcela está afectada por el aeródromo, que el escrito de AENA que esgrimen los vecinos respecto a su no afección es insuficiente y no vinculante, y que el Plan Especial que Telde aprobó en 1993 para el traslado a ese solar no recibió el visto bueno definitivo y, por tanto, no existe para el derecho.
Los directivos de la asociación de vecinos Playgarza, que preside Juan Pedro Pérez, se han tomado como un desplante la posición municipal, que califican de «sorprendente», y el domingo último aprobaron un escrito de 14 páginas, registrado ayer en el Ayuntamiento, en el que le reprochan que, pese a los sucesivos gobiernos, en Telde no se ha pasado de la buena voluntad. «Las concreciones han sido pocas».
Playgarza les advierte de que la Corporación local no está cumpliendo con las leyes del Parlamento de Canarias (la última, en 2014), en las que se insta a buscar una solución para estas 144 casas de la playa, les reclama que «sean rigurosos» con el proceso histórico, y les plantea que, si no respetan ese pasado, «eleven al Pleno una declaración de lesividad de todos los acuerdos adoptados desde 1979 hasta ahora relativos a la playa de Ojos de Garza, previo informe del Consejo Consultivo sobre la nulidad» de esos acuerdos. «Estas son, señora alcaldesa, las verdades del barquero, que son verdades como puños», rezan en el escrito. Con todo, y aunque critican que no se les incluya en la comisión aprobada en octubre de 2015 para decidir dónde realojar el caserío, insisten en su disposición al diálogo.
El edil de Planeamiento, Álvaro Monzón, advertía ayer de que la respuesta técnica no podía ser otra, que dar una solución a este problema está en la agenda del Ayuntamiento y que se trabaja en la puesta en marcha de la comisión que conformarán las administraciones para decidir dónde realojar a los vecinos. «Hay que consensuarlo con el Gobierno».
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