La maldición de Ondina y su nombre, es una referencia al mito de Ondina, una ninfa de agua muy hermosa y como todas las ninfas, inmortal, la única amenaza para la felicidad eterna de las ninfas era enamorarse de un mortal, y eso significaba la pérdida de su inmortalidad.
Ondina se enamoró de un audaz caballero y se casaron y el juró «Que cada aliento que dé mientras estoy despierto, sea mi compromiso de amor y fidelidad hacia ti», y al ser testigo de su adulterio, ella le maldijo con que si él se quedara dormido, se olvidaría de respirar.
Finalmente, se quedó dormido de puro agotamiento, y su respiración se detuvo, y murió.
María Elda Cabrera, Assopress