Representantes de los trabajadores del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria avisaron este martes que la situación vivida el pasado viernes en Jinámar será “una constante en el servicio” de no mediar una solución por parte de los responsables últimos del servicio: el presidente del Consorcio, Pedro Justo, y el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales: “Se trata de una situación que ya venimos advirtiendo desde hace tiempo, y lo peor es que se puede seguir produciendo porque nadie quiere solucionar el problema y nadie se reúne con nosotros para abordarlo”.
Para los bomberos, los hechos acontecidos en Jinámar no han hecho más que poner el foco sobre una “grave situación” que se viene produciendo desde hace meses por la “dejadez y desidia política” de quienes tienen la responsabilidad de dirigir este servicio público esencial para la isla de Gran Canaria “y que al parecer se pretende ahogar y dejar morir para plantear otras alternativas como pueden ser incluso la privatización”.
Recuerdan que los trabajadores del Consorcio tomaron el pasado mes de mayo la decisión de no realizar más horas extras para sustituir personal para poner en evidencia que desde el año 2008 no se ha cubierto la Relación de Puestos de Trabajo y se ha acumulado un déficit de personal de más de 50 efectivos, así como por el incumplimiento de los municipios consorciados y el Cabildo del acuerdo de dotaciones mínimas de seguridad para los parques. Esto propicia que haya parques con uno o dos bomberos por día, “constituyendo una situación de máxima gravedad para quienes intervenimos, así como para la ciudadanía”.
Equipos contaminados
Asimismo, los bomberos han adoptado la decisión de no utilizar equipos de protección contaminados. Desde el año 2015 vienen solicitando al Consorcio que adopte medidas para la descontaminación de los equipos de trabajo y materiales después de las intervenciones dado que dichos equipos contaminados dejan a los trabajadores expuestos a infinidad de riesgos sin que se haya adoptado ninguna decisión. Como ejemplo de los riesgos recuerdan al bombero del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que contrajo la fiebre Q a consecuencia de una actuación y que concluyó con la amputación de las dos extremidades inferiores. Un caso similar ocurrió cuando un bombero del parque de Puerto Rico contrajo la misma enfermedad y solo gracias que fue tratado a tiempo ha podido tener mejor desenlace: “Estos hechos nos han hecho tomar conciencia de que no podemos seguir usando equipos de trabajo si no están descontaminados”. Se trata de una exigencia legal que el Consorcio está obligado a cumplir. Por esta razón cada día hay parques con personal que no está operativo para actuar en intervenciones como la que se dio el otro día en Jinámar.
De todo esto, señalan los bomberos, se ha informado al Consorcio y al Cabildo, al que se han solicitado informes técnicos que siguen sin llegar: “La dejadez por parte de los responsables en esta materia es asombrosa, máxime cuando la única respuesta consiste en culpabilizar a un colectivo que lo único que está solicitando es el cumplimiento de la normativa y legislación”.
Los trabajadores han denunciado todos estos hechos en reiteradas ocasiones ante la Inspección de Trabajo, así como al área de Prevención del Consorcio de Emergencias sin que haya respuesta alguna.