El PSOE quiere un Estado federal, eso sí sin permitir a los federados «decidir» si quieren o no, a ser posible con los mismos niveles de autogobierno que ya tienen o incluso menos, por aquello de que el cupo vasco, el fuero navarro y ya verán que hasta el REF canario, no son del agrado de una casta que es caspa; los «barones» sociolistos. Vamos, vestir a la mona de seda, que igual se nos queda.
Lo del gobierno de concentración progresa adecuadamente, que para eso andan trabajando a destajo las catacumbas del Estado, todos sus resortes y medianeros. Quedan meses de supuestos tiras y aflojas para dar a entender al final que todos han sido unos héroes, aunque habrá tontos útiles que caigan como mártires de la causa a los que habrá que buscar una puerta giratoria para compensar.The winner is Peedroooo.
Todo sea por no repetir elecciones en breve, no sea que la gente se termine de cabrear y le demos un disgusto a la Merkel.Por si acaso, se prepara ya otra mordaza, en forma de nueva ley electoral.Pero no para aquello de un hombre|mujer un voto, sino para garantizar el bipartidismo y hacer un par de arreglitos en la constitución para paracernos a esa Europa donde todo lo que se les parezca antisistema corrupto caiga en segunda vuelta.
El miedo a la guillotina hace que los barones y baronesas de los partidos de los EREs y de la burbuja, anden con sus más pocos honorables dirigentes en la oscuridad gestando la segunda gran estafa a los ciudadanos, ayer un programa que no fue y hoy un pacto por «si acaso».
Menos mal que a todas estas Romàn Rodríguez sigue defendiendo que su nacionalismo de izquierda «resistirá » en el grupo mixto junto a Ani Oramas, teniendo un papel importante en todo este recambio que se prepara. Y es que cuando se renuncia a ser cola de león y cabeza de ratón, sólo queda perder el tiempo mordiéndonos nuestra propia cola porque no se quiere más.
José Carlos Martín Puig, sociólogo y miembro de Nueva Canarias
