El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, reclamó este viernes cautela sobre los vertidos a través del emisario del barranco de Silva porque tanto el Seprona como la Fiscalía de Medio Ambiente de Las Palmas están investigando el origen del que causó la mortandad de 2.500 toneladas de lubinas de Aquanaria.
No obstante, Morales lamentó «la demonización de la acuicultura sin tener todos los datos» sobre el origen de la contaminación marina que han sufrido las playas de Telde que, a su juicio, se ha llevado a cabo por algunas voces y colectivos que reclaman la eliminación de las granjas marinas de esa costa.
Sobre el contenido del acta de inspección ambiental del 15 de octubre que habla del vertido de sustancias industriales no autorizadas a través de ese emisario, Morales no quiso hacer ningún tipo de valoraciones.
«A veces algunos ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio», fue el refrán utilizado por el presidente del Cabildo para referirse a ese episodio de contaminación marina y a las críticas sufridas por la empresa Aquanaria.
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