«EL MANTO AZUL DEL CABILDO: HISTORIA, FE… Y CASI 40 AÑOS DE ESPERA»

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La Virgen del Pino, Patrona de Gran Canaria, estrenará este año —otra vez— el histórico manto azul del Cabildo, que llevaba guardado desde 1987. Sí, han pasado casi cuatro décadas… y algunos pensaban que nunca más volveríamos a verlo. Pero la espera tiene premio: hasta el 12 de octubre, el pueblo podrá admirar de nuevo esta joya que es mucho más que un simple traje.
 
Su origen se remonta a 1962, cuando al Cabildo, presidido por Federico Díaz Bertrana, se le ocurrió que para celebrar el cincuentenario de la coronación canónica de la Virgen no valía cualquier cosa: hacía falta un regalo a la altura de la Patrona. Y así nació la idea de un manto. ¿Encargarlo en París? ¿En Madrid? No. Lo mejor era confiar en el Císter de Breña Alta, en La Palma, donde doce monjas con paciencia infinita trabajaron durante dos años. Bordaron con hilo de oro llegado desde Valencia, a la luz de velas y con las manos llenas de fe (y seguramente también con algún que otro pinchazo de aguja).
 
El resultado fue un manto celeste con los escudos insulares, que se convirtió en símbolo de unidad y orgullo grancanario. Eso sí, tan especial fue que solo se ha lucido cinco veces en toda su historia. Parece que el manto cogió vacaciones largas, porque desde 1987 estaba esperando en el armario a que alguien se acordara de él.
 
Ahora, no solo veremos un bordado impecable: veremos la memoria de quienes lo hicieron posible, la devoción de un pueblo y, por qué no decirlo, un pequeño tirón de orejas a todos los que tardaron casi 40 años en volver a sacarlo. Porque, siendo sinceros, un manto así no está hecho para quedarse guardado: está hecho para emocionar, unir y brillar.
 
El manto azul del Cabildo regresa, y con él vuelve un pedazo de nuestra historia. Bienvenido de nuevo, que ya tocaba.
 
Juan Santana, periodista y locutor de radio
 
Florentino López Castro

Florentino López Castro

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