VALSEQUILLO: UN MUNICIPIO EN PAUSA MIENTRAS EL PSOE DECIDE SI GOBIERNA O SIGUE ESPERANDO

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Valsequillo vive desde hace más de un año en una especie de limbo institucional. Sin un gobierno firme, sin rumbo político claro y con una sensación creciente de abandono, los vecinos asisten, entre la preocupación y el cansancio, al espectáculo de una política local que parece haber olvidado su principal misión: servir a los ciudadanos.

El Partido Socialista, que podría tener en sus manos la llave para desbloquear la situación, lleva meses jugando con las expectativas del pueblo. Amaga con una moción de censura, deja entrever posibles alianzas, lanza mensajes ambiguos y después vuelve al silencio. Pero en política —como en la vida— las decisiones no se anuncian: se toman o no se toman.

Esa falta de claridad y compromiso ha dejado al municipio en una parálisis preocupante. Los problemas se acumulan: obras sin ejecutar, servicios que se ralentizan, expedientes que se atascan y una ciudadanía que percibe que el Ayuntamiento se ha convertido en un escenario vacío, donde cada partido mira más por su estrategia que por el bienestar del pueblo.

El PSOE de Valsequillo, que en su discurso asegura estar del lado de los vecinos, debería preguntarse cuánto daño causa esta indecisión prolongada. Una moción no es un juego de estrategia, sino un instrumento de responsabilidad democrática. Si el grupo socialista considera que el actual gobierno municipal ha agotado su capacidad de gestión, lo coherente es actuar, no especular.

Porque cada día que pasa sin una solución política es un día perdido para los ciudadanos, que pagan con su paciencia y su desconfianza las consecuencias de un tablero político que no se mueve.

El desgaste institucional es evidente. Valsequillo necesita liderazgo, no suspense; necesita decisiones, no titulares; necesita política, no teatro.

El tiempo de las palabras ya terminó. Ha llegado el momento de actuar, de asumir responsabilidades y de dejar de lado los cálculos personales o partidistas.

Los vecinos de Valsequillo merecen algo más que gestos y silencios.

Merecen un gobierno.

Y lo merecen ya.

Juan Santana, periodista y locutor de radio

 

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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