La historia del Polideportivo Paco Artiles tuvo páginas muy brillantes en el devenir del deporte grancanario. Telde, en la etapa de José Antonio Medina como edil de deportes y Paco Santiago como primer regidor, se convirtió en un municipio ejemplar en la actividad física. Telde y Santa Lucía, fueron los municipios capitalizadores de una buena gestión deportiva de los servicios públicos, ayudas a los equipos de cantera, diversificación de disciplinas y espejo en el que, con envidia, se miraban el resto de municipios de la Isla redonda. Era una gestión, cuando menos, admirada y que promocionó a muchos jóvenes. Recuerdo un impresionante maratón de fútbol sala de 24 horas consecutivas, con gran repercusión en el ámbito nacional.
Por caprichos de los políticos de turno, la dejadez hizo su aparición en el mantenimiento de las instalaciones, y fue durante el mandato de Mari Carmen Castellano como alcaldesa cuando cayó la primera maldición sobre el recinto. Pablo Rodríguez Valido, entonces concejal de Deportes, caótico en su gestión por otra parte, tuvo la ‘brillante’ idea de destruir el terrero de lucha canaria, al que daba nombre una figura legendaria como José Rodríguez Franco. Aquel rinconcito que llevaba el nombre del ‘Faro de Maspalomas’ albergó luchadas históricas, fundamentalmente del Castro Morales, pero ‘Pablito el sabelotodo’ (así lo llamaban entonces por muchos rincones de Telde) se empeñó en borrar del mapa el nombre de un personaje de leyenda. La ignorancia a veces tiene sus riesgos y provoca desastres.
En el pasado más reciente, el recinto ha pasado por múltiples vicisitudes, una caótica gestión indirecta y un cierre en 2021, por la triste e ineficaz gestión de Carmen Hernández. El cierre fue un mazazo importantísimo para los ciudadanos teldenses. El templo del deporte por excelencia, el referente, se venía abajo. La gran instalación que acogía un porcentaje importante de la población -jóvenes y mayores- se ve abocada al cierre, dejando en el limbo a todos los ciudadanos implicados en una mejora corporal a través de la actividad física. Desde entonces, el futuro del Paco Artiles ha quedado unido a propuestas vacías.
El mandato de Juan Antonio Peña al frente del Gobierno de Telde ya ha traspasado la mitad de su camino. Por tanto, cada vez queda menos tiempo para materializar su promesa de reabrir el polideportivo Paco Artiles, instalación que resultó un buque insignia en la infraestructura insular de dotaciones para el deporte. Dado que el equipo gobernante que comanda Peña no es de fiar, y ‘falla más que una escopeta de ferias’, es más que probable que se cercenen las ilusiones y esperanzas de los ciudadanos teldenses. Lo contrario, reinaugurar el polideportivo antes de acabar el presente mandato sería una gran alegría y un tardío espaldarazo a la promesa del alcalde, que se fotografió junto al vaso de la piscina y fijó el año que acaba como el de la apertura.
Técnicamente, su reinauguración será una incógnita respecto de su utilidad. Una instalación tanto tiempo cerrada se deteriora a pasos agigantados, fundamentalmente el vaso de la piscina. Su futuro es tan imprevisible como las promesas de patadón hacia adelante del alcalde. Quizá habría que valorar si será más rentable tirarlo abajo y proyectar una instalación nueva antes de ir inyectando cantidades de dinero para ir parcheando una instalación que tiene unos cuantos añitos. Salvo que eso (parchear y no arreglar nunca) sea lo que interese para distraer dinero público disimuladamente, cosa nada difícil, ya que en otros sectores del ayuntamiento lo resuelven sin pudor.
Antonio Sánchez, periodista / Imagen: Canarias7
