LLEGA EL SUMINISTRO DIARIO DE AGUA EN LA SOLANA Y VALLE CASARES TRAS DÉCADAS DE RECLAMACIONES VECINALES

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El municipio de Telde vivió este lunes un acontecimiento histórico en dos de sus barrios periféricos más castigados por la desigualdad en servicios básicos. El alcalde, Juan Antonio Peña, anunció en un encuentro celebrado a las 18.00 horas en el antiguo colegio de La Solana que, desde ese mismo momento, los vecinos y vecinas de La Solana, Valle Casares y otros pagos cercanos como barranco García Ruíz y Palmital Bajo, disponen de suministro diario de agua potable, poniendo fin a décadas de cortes que limitaban el servicio a apenas tres días por semana y que afectaban directamente a unas 800 personas.
 
El anuncio se produjo en un acto al que acudieron decenas de residentes de Valle Casares, Barranco García Ruiz, La Solana y otros enclaves próximos. Muchos llegaron con escepticismo, convencidos de que escucharían otra promesa política, como tantas veces en el pasado. Sin embargo, lo que escucharon fue la confirmación de todo un hito: el agua corría ya con normalidad por las tuberías y no volvería a interrumpirse. La sorpresa dio paso a la emoción y a los aplausos en un encuentro que quedará grabado en la memoria colectiva de estos barrios.
 
El alcalde estuvo acompañado por el concejal de Aguas, Juan Francisco Jiménez, y el gerente de la empresa mixta Aguas de Telde, Luis Rúa-Figueroa, quienes coincidieron en subrayar la magnitud de este logro. Durante su intervención, Peña fue claro: “Ni en mis años de oposición ni en campaña electoral me atreví a prometer algo tan complejo. Sabía que no podíamos permitirnos más frustraciones. Preferí trabajar en silencio, con informes, estudios y gestiones constantes. Hoy, por fin, podemos decirlo con orgullo: ya tienen agua todos los días de la semana”.
 
Años de reivindicaciones
 
El contexto de este anuncio se remonta a una larga reivindicación vecinal. Los habitantes de La Solana y Valle Casares llevaban años denunciando la intermitencia del suministro de agua, con graves consecuencias para la salubridad y la dignidad de sus residentes. La situación se había agravado en los últimos años, con quejas constantes por el sobrecoste en la facturación, derivado del paso de aire en las tuberías al restablecerse el servicio, lo que incrementaba las facturas de forma anómala. Durante este tiempo, el Gobierno local defendió haber trabajado con rigor, “en silencio” y durante dos años, para lograr un resultado que pudiera anunciarse con garantías.
 
El impacto de esta medida tendrá beneficios muy significativos. Para las familias, será poder organizar su vida diaria sin depender de un calendario hídrico: ducharse, poner la lavadora o fregar dejan de ser gestos condicionados a los días de abastecimiento. En términos de salud pública, supone un salto en higiene y bienestar, especialmente para los colectivos más vulnerables. Y, más allá de la logística diaria, el anuncio devuelve a estos barrios dignidad y confianza en las instituciones, tras años de sentirse relegados y olvidados.
 
El alcalde no eludió las críticas que durante meses se han vertido sobre la supuesta inacción municipal. “Se ha dicho de todo, se ha intentado desprestigiar el trabajo sin contrastar, pero esas acusaciones nos hicieron más fuertes. No podía hablar hasta tener la certeza absoluta de que lo íbamos a conseguir. Otros vinieron aquí a prometer y a engañar. Yo he venido a cumplir. Siempre con la verdad por delante”, aseguró Peña.
 
Los vecinos, al volver a sus casas, comprobaron por sí mismos que el agua corría de manera ininterrumpida por sus grifos. Un hecho sencillo, pero histórico para quienes han sufrido la escasez durante generaciones.
 
La ciudad de Telde marca así un antes y un después en su historia reciente. El suministro diario en La Solana y Valle Casares no es solo una mejora técnica, es un triunfo colectivo, la demostración de que con trabajo riguroso y voluntad política se puede revertir una injusticia histórica. Desde hoy, abrir un grifo en estos barrios ya no es un acto condicionado por la incertidumbre, sino un derecho garantizado.
 
Un pozo de Santa Brígida suministrará el agua a La Solana y Valle Casares
 
El alcalde de Telde, Juan Antonio Peña, quiso explicar con detalle cómo se ha alcanzado este logro que hoy se celebra. Recordó que desde el inicio de su mandato, en junio de 2023, el Gobierno municipal trazó dos líneas de actuación paralelas para llevar agua de manera estable a La Solana y Valle Casares.
 
La primera, la más debatida y también la más compleja, consistía en llevar agua desalada desde la planta de Salinetas hasta estos barrios. Para ello se necesitaba, en primer lugar, disponer de un caudal suficiente y, en segundo, acometer la instalación de tuberías y canalizaciones. En ese marco, el Ayuntamiento de Telde solicitó al Cabildo de Gran Canaria 1,4 millones de euros destinados a ampliar una nueva línea de desalación, así como la tramitación de una nueva toma directa de agua del mar. “Esta línea sigue en marcha, porque es estratégica para el futuro del municipio”, apuntó Peña. Recordó, además, que el gobierno anterior solicitó cerca de 2 millones de euros al Cabildo para la canalización desde Salinetas y sin embargo «perdió el dinero y no se hicieron las obras». 
 
La segunda línea de actuación, que resultó ser la decisiva, fue la de analizar los pozos activos o inactivos en la zona y en áreas próximas. Tras un exhaustivo estudio se localizó uno en Santa Brígida que, a priori, cumplía con los requisitos. A partir de ahí se iniciaron informes técnicos, estudios de viabilidad y controles de seguridad. Se revisó la canalización que conecta desde esa ubicación hasta La Solana y Valle Casares, se realizaron reparaciones, pruebas sucesivas y ajustes para solventar los problemas técnicos detectados. Finalmente, el pasado miércoles, los técnicos certificaron que el caudal llegaba con normalidad y en condiciones óptimas.
 
Trabajo constante, paciente y silencioso
 
Peña aseguró que han sido dos años de trabajo constante, con momentos esperanzadores, pero también con obstáculos difíciles de salvar. “Preferí callar, aguantar las críticas y no anunciar nada hasta tener todos los informes favorables. Imagina que el agua no hubiese llegado, o que los estudios hubiesen resultado negativos: habría quedado como uno más, con promesas vacías. Yo no quería engañar, quería cumplir”, declaró.
 
El alcalde también destacó el lado más humano de este proceso. Durante estos meses ha mantenido reuniones personales con vecinos en el propio Ayuntamiento, por teléfono e incluso en sus casas. “Ellos saben que siempre voy con la verdad por delante, que nunca les he ofrecido una promesa que no pudiera cumplir. A pesar de las dificultades, han mantenido la confianza, y hoy esa fe se ve recompensada”, añadió.
Peña subrayó que el avance no ha sido fruto de la improvisación, sino de paciencia, prudencia y rigor burocrático. Explicó que la tramitación exigía decenas de informes técnicos, autorizaciones, certificaciones sanitarias y revisiones administrativas. “La burocracia es lenta, a veces desesperante, pero necesaria para garantizar seguridad y legalidad. Callar y trabajar en silencio fue la única opción responsable. Hoy esa prudencia y constancia se traducen en éxito y avance para esta ciudad”, concluyó el primer edil.
 
Imagen: Canarias7
Florentino López Castro

Florentino López Castro

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