«LAS LÁGRIMAS DE UN BARRANCO»

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Había visto cantidad de fotos y vídeos, además de escuchar el relato de los que ya habían presenciado EL DESASTRE, pero nunca imaginé que mis ojos verían tal LA DESOLACIÓN. Se trata de la destrucción completa del Barranco de Arguineguín y de toda una isla, por la ambición de unos pocos y la complicidad de una clase política que nos engaña con LA PANTOMIMA DE LA ECOISLA, mientras permiten e incentivan “demoliciones controladas” de todo el territorio insular. Y esto no ha hecho más que empezar. El Presidente del Gobierno Canario y sus Consejeros en ese “pacto del crimen”, han decidido permitir y aumentar el daño a Gran Canaria. El Presidente del Cabildo de Gran Canaria y todos sus Consejeros en “el pacto de la especulación”, están permitiendo que se abra en canal toda una isla para favorecer el negocio de los lobbies de la energía. Y los alcaldes, qué decir de los Alcaldes de todos los municipios implicados, conscientes o condescendientes con el desastre actual y de lo que está por venir.

Qué lástima, llegar tan lejos para caer tan bajo…

Dicen de la capital catalana que, “Barcelona és bona si la bossa sona”. Y visto lo que acontece en nuestra Canarias y la condescendencia perpetua por los intereses de unos pocos, habrá que adaptar el refrán catalán a nuestras peculiaridades archipielágicas; algo así como “Canarias es pasión amasando el zurrón, aunque sea arrasando parajes y paisajes”que aunque un poco más largo, se adapta a la perfección al momento político imperante, y yo diría que histórico.

La destrucción de esta isla y el Barranco de Arguineguín es apenas la punta del iceberg de lo que piensan hacer con GRAN CANARIA. En realidad lo quieren hacer con toda Canarias, pero por alguna razón han decidido que Gran Canaria sea el “conejillo de indias” de este ejemplo de especulación urbanística y energética, algo así como la prueba de fuego de la desvergüenza política y de la indolencia colectiva.

En este barranco de Arguineguín se están cometiendo todas las tropelías posibles contra un entorno natural, en otro tiempo idílico. La Presa de Soria está completamente seca y a la de Chira apenas le queda un metro de agua. Mientras tanto, en su entorno, se pican riscos y se abren carreteras a un ritmo frenético, al tiempo que se rellenan barrancos con los escombros extraídos. Pareciera que nunca hay suficientes carreteras por construir ni taludes por desmontar. Siempre hay nuevos túneles que perforar y tramos de barranco en los que hundir la piqueta y la pala de las excavadoras para herir de muerte las entrañas del paraíso. Nunca son suficientes las gigantescas torres de alta tensión que se clavan como arpones en el corazón del barranco y de Gran Canaria. Nunca hay suficientes explosiones y suficiente
destrozo medioambiental.

No vi las lágrimas del barranco porque agoniza seco y estéril, pero no pude evitar que se escaparan las mías al ver tanta destrucción.

Paco Vega

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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