En Telde la política ha llegado a niveles de surrealismo que ni Buñuel habría imaginado. El Partido Popular sigue sosteniendo a CIUCA en el Ayuntamiento, a pesar de que los “socios” acaban de darles una puñalada política en el Cabildo de Gran Canaria. Y lo más grave: el PP no solo no se queja, sino que parece encantado con el verdugo.
El protagonista del último sainete se llama Daniel Reyes, consejero del Cabildo y ejemplo vivo de cómo mantenerse doce años sentado en el sillón insular a base de “coherencia selectiva”. Este viernes, en el programa El Espejo Canario, tuvo la valentía —por no decir el descaro— de afirmar que entregar su acta “sería una decisión de CIUCA” y que no piensa hacerlo. Vamos, que los votos que lo sentaron en el Cabildo no eran del PP, sino de CIUCA, fruto —dice él— de un “trabajo puerta a puerta”.
Sí, hombre, y el Espíritu Santo le hizo la campaña.
Ese “puerta a puerta” consistió en que el PP puso las siglas, los recursos y la estructura electoral, mientras CIUCA recogía los frutos. Los votos que te llevaron al Cabildo salieron de las urnas del PP, pero tú los convertiste en un alquiler vacacional de doce años con vistas a la Casa Insular. Tres mandatos después, todavía sigues cobrando el recibo de la “coherencia política” y con desayuno incluido.
Lo curioso —y casi digno de un monólogo político— es que Daniel Reyes figuraba con el número 6 en la lista oficial del Partido Popular al Cabildo en 2023. No hay ni rastro de las siglas de CIUCA. Es decir, fue elegido con votos populares… pero ahora dice que esos votos no eran del PP. Vamos, como si un lagartero se compra un coche con dinero ajeno y luego dice que el coche se lo regaló “la calle”.
Carlos Ester y Miguel Jorge, con razón, le han pedido el acta. Pero Reyes, sin ruborizarse, responde que eso “no compete al PP”. Claro, faltaría más: ser tránsfuga también debe venir con cláusula de independencia emocional.
Todo esto confirma lo que ya muchos sospechaban: que CIUCA no es un partido político, sino una empresa familiar con fachada electoral.
Las decisiones se cocinan en el salón de casa y las actas se heredan como si fueran propiedades. No hay debates, ni militancia, ni democracia interna. Solo un mando a distancia con dos botones: “yo mando” y “tú obedeces”.
¿Y cuándo se reunió la militancia para decidir el salto a Primero Canarias? Nadie lo sabe, porque la militancia de CIUCA cabe en un taxi… y todavía sobra asiento trasero.
Desde el PP, silencio absoluto. Ni un comunicado, ni una advertencia, ni una simple pataleta.
Ni siquiera han insinuado que si Reyes no entrega el acta, podría haber consecuencias políticas en Telde. ¿Por qué será?
Pues tal vez porque en Telde hay algo más sagrado que los principios: los sueldos. Que no falte la nómina, que no se mueva el sillón, que no se toque el enchufe. No vaya a ser que romper con CIUCA signifique que los concejales y asesores del PP se queden sin cobrar a fin de mes. Ya saben: más vale tragar sapos con salsa institucional que quedarse sin sueldo.
Mientras en el Cabildo se consuma la traición, en Telde el PP sigue poniendo la mesa y sirviendo el postre.
El alcalde Juan Antonio Peña gobierna plácidamente con el apoyo de los mismos populares que acaban de ser ninguneados por sus socios. Es como si el PP se levantara cada mañana, le diera los buenos días a CIUCA y le dijera: “Cariño, gracias por robarnos otro consejero”.
Por dignidad política —si todavía queda algo de eso—, el Partido Popular debería romper de inmediato con CIUCA en Telde. No se puede seguir sosteniendo a un partido que roba actas, cambia de camiseta y se ríe en la cara de sus socios.
El PP no puede seguir siendo el mayordomo político de un proyecto que vive del transfuguismo y del trueque de favores. O se planta ahora, o acabará sirviendo café en la sede de Primero Canarias. Porque ya va siendo hora de que el PP deje de dormir con su verdugo… y empiece a despertar del sueño lagartero de CIUCA.
¿Y los demás socios, qué opinan?
Y aquí viene la otra gran incógnita: ¿qué piensan las fuerzas políticas que sostienen a CIUCA en Telde?
¿Qué dice Más por Telde, que comparte mesa, mantel y sueldo con ellos?
¿Y Juan Martel, el veterano equilibrista político de la ciudad, se ha enterado ya de que su socio de gobierno ha cambiado de partido sin avisar?
El silencio es atronador. Nadie dice nada. Nadie pregunta nada. Nadie se da por aludido. Parece que en Telde se ha inventado un nuevo tipo de pacto: el pacto a ciegas, donde un socio cambia de siglas, se pasa a otro partido, y los demás hacen como si nada.
¿Les parece normal que sin decirle una palabra a sus socios de gobierno, CIUCA se haya fundido con Primero Canarias?
¿O también piensan que lo importante es mantener el sillón calentito y la nómina a fin de mes?
Mientras CIUCA cambia de chaqueta, los demás miran hacia otro lado y sonríen para la foto. La política en Telde se ha convertido en un sainete tragicómico donde todos callan, todos cobran y nadie se inmuta.
Juan Santana, periodista y locutor de radio
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2 comentarios en ««EL PP SIGUE DURMIENDO CON SU VERDUGO POLÍTICO EN TELDE»»
Más ignórate y no naces, el pacto sigue vigente puesto que no afecta a los acuerdos en la ciudad faycanera firmados por los Polulares teldenses. Otra cosa, sería el que usted pretenda se haga su opinión cochambrosa, sesgada y desordenada.
Flipo contigo simplón, si eres mas tolete no naces-
No tienes ni idea de que va la misa, me imagino que estas comiendo del cajon del millo…