Juan Antonio Peña confesó el jueves durante una entrevista de radio en ONDAGUANCHE, que a él no le consta que haya habido reunión alguna para organizarle una moción de censura. Más aún, ante la sorpresa del periodista y seguramente de todos los oyentes, afirmó que él «se enteró de todo por los medios de comunicación». Debe referirse Peña a las elucubraciones creadas una vez más por el farfullero de las ondas y su escudero para estas lides, catedrático de la mentira que bautiza como «actualidad».
Si Peña no miente esta vez, raro para el carrerón que lleva acumulado desde siempre, lo de la moción fue cosa de estos dos piratas, sus fobias y su mala praxis. Se inventaron que «sus malos malísimos» habían ofrecido la alcaldía a Artiles, a la de VOX, al PSOE y si los dejan tomar un par de cubatas más al mismísimo Pato Donald. Se inventaron un viaje de los concejales del PP a Tenerife, una llamada del ministro Torres, a Carmelo Ramírez «conspirando con un antifaz del zorro» y toda esa sarta de disparates que, tras lo dicho por Peña, los dibuja como un Inda cualquiera. Si por el contrario es Peña el que los enreda, estos dos candidatos al Premio Tolete 2025, no tienen pago el espantoso ridículo al que los ha llevado. Pero, ¿que nos dicen del papelón que también ha jugado Hernández, Óscar al mejor actor secundario y efectos especiales.
Y es que el super Presidente de los alcaldes tránsfugas, se nos presentó en Telde y dejó acompañar por Peña, para repetir como una cotorra el «argumentario» que quisieron colocarle estos tres calaveras. Recuerden: el del espejo echaba espuma por la boca colando que Telde estaba a punto del Apocalipsis y el catedrático de «su actualidad» decía que, gracias a él, lo que estaba ocurriendo en el municipio era portada de todos los medios del Archipiélago y «parte del extranjero». Vaya ridículo.
A todas estas ni nos imaginamos las caras en la reunión que tuvo lugar días atrás en el despacho de alcaldía entre, su señoría, el co-autor de todo este ruido y tres concejales del PP, léase, los que estaba acusando de traidores.Esta gracieta ha dejado una muesca muy gorda en el «gobierno municipal más cohesionado de la historia», Juan Antonio dixit.
Dos trileros han tenido a los teldenses pendientes de su «jueguito» del hambre. El alcalde se ha terminado por retratar como el mediocre que es, una persona sin criterio ni liderazgo. Y lo de Óscar Hernández es de tonto muy tonto, porque vino a soltarse un discurso que lo deja Primero de Canarias en bombero sin llamas. Lo trajeron a Telde para apagar un fuego que no había.
Y a todas estas, ninguno de estos próceres, hace su trabajo como debe y pone el foco en algo que huele peor que el ridículo que han hecho: lo que ha ocurrido con las jaulas marinas de Melenara. Más limpriadito dinero el que nos gastamos en pagarles.
