La gestión del episodio de contaminación marina que afecta a la costa de Telde desde el pasado mes de octubre ha dejado al descubierto una soledad política evidente del alcalde Juan Antonio Peña y de CIUCA, partido que lidera el gobierno municipal. Pese a la dureza del discurso empleado por CIUCA, ninguno de sus socios de gobierno —ni el Partido Popular ni Más por Telde—, ni tampoco el concejal Juan Martel, han respaldado públicamente el argumento que señala de forma directa a la empresa Aquanaria como responsable de lo ocurrido.
CIUCA ha optado por una estrategia de confrontación abierta, reclamando la retirada de las jaulas marinas, difundiendo imágenes aéreas y anunciando posibles acciones judiciales. Sin embargo, este relato no ha sido asumido por el resto de fuerzas que sostienen el gobierno municipal. No existen comunicados conjuntos, ni declaraciones coordinadas, ni un posicionamiento común que avale la tesis defendida por el alcalde.
El silencio del PP y de Más por Telde no es neutral. Ambos partidos han evitado cerrar públicamente el origen del vertido y han optado por una posición de prudencia jurídica y política, a la espera de los informes técnicos y de las conclusiones de la investigación abierta por la Fiscalía y el Seprona. Esta cautela responde, según fuentes políticas, al riesgo real de que puedan derivarse responsabilidades patrimoniales para el Ayuntamiento si se confirma que el origen del vertido está vinculado a infraestructuras municipales, como el emisario submarino.
Tampoco el concejal Juan Martel se ha sumado al discurso de CIUCA. Lejos de respaldar la acusación directa contra la empresa, ha mantenido una posición marcada por la prudencia, evitando personalizar responsabilidades y subrayando la necesidad de no precipitar conclusiones mientras el caso sigue bajo investigación. Su postura refuerza la percepción de que el relato del alcalde no genera consenso ni siquiera dentro del propio gobierno.
En este contexto, lo que sí parece claro es que, si la tesis defendida por la empresa se confirma y se demuestra que el origen del vertido no es ajeno al ámbito municipal, alguien deberá asumir responsabilidades políticas de manera inmediata. No se trataría entonces de un debate empresarial o ambiental, sino de un fallo en la gestión pública de infraestructuras esenciales, con consecuencias económicas, jurídicas y reputacionales para la ciudad.
Este escenario acentúa la sensación de un Ayuntamiento a la defensiva y sin rumbo claro, en el que el partido que ostenta la Alcaldía actúa como si estuviera en la oposición, mientras sus socios se desmarcan silenciosamente de una estrategia que consideran arriesgada. La falta de una posición común debilita la imagen institucional del gobierno local y agrava la percepción de improvisación ante un conflicto de enorme calado ambiental, económico y jurídico.
Mientras Aquanaria ha dejado claro que acudirá a todas las vías legales para defenderse y reclamar por los daños sufridos, el Ayuntamiento de Telde afronta no solo una crisis ambiental, sino una crisis política interna, con un alcalde cada vez más aislado y un gobierno incapaz de ofrecer una respuesta cohesionada y sólida ante uno de los mayores conflictos de su mandato.
Juan Santana, periodista y locutor de radio
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1 comentario en «CIUCA SE QUEDA SOLA: NI PP, NI MÁS POR TELDE NI JUAN MARTEL AVALAN PÚBLICAMENTE EL RELATO DEL GOBIERNO SOBRE LA CRISIS AMBIENTAL»
una denuncia Piletillas esta callado la palmera grande por aya