Sostenella non enmendalla

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Las urnas han hablado hace más de un mes y toca ahora tomar nota del mensaje de la ciudadanía. El gobierno que ha llegado a Telde es claramente el que la ciudanía votó de forma mayoritaria, un gobierno de amplio espectro, nacionalista, progresista, centrista, de izquierda y conviene tener en cuenta la inmensa generosidad de la alcaldesa, Carmen Hernández en el reparto equitativo de áreas, (NC casi tiene los mismos votos y concejales que los dos socios juntos),  anteponiendo la estabilidad y el buen gobierno a intereses partidistas del partido que sustenta la alcaldía.

Creo que es acertado el término de «buen gobierno» porque en el actual mandato gobierna en Telde la soberanía popular emanada en las urnas, lo que no ocurrió en las pasadas elecciones, merced a la traición de Coalición Canaria, que lo impidió pactando con el PP, impidiendo que la voluntad popular gobernara la ciudad, pese haber sido el mandato de los electores en las urnas, lo que ha supuesto un retraso de al menos una década en avance del desarrollo económico y social de Telde y una de las claves del castigo en las urnas a los aires fétidos y tránsfugas de Coalición Canaria. En política, como en el deporte, como en la vida misma, hay que saber ganar, pero también hay que saber perder.

Es obvio que el Partido Popular no sabe perder, a tenor de su incapacidad de acción para asumir responsabilidades políticas en las urnas. El Partido Popular ha perdido más de 8000 votos y 5 concejales y un mes después del batacazo más demoledor de la historia del partido, nadie ha asumido responsabilidades, cuando de hecho, lo políticamente correcto hubiera sido dar el primer paso la misma noche del resultado electoral, presentado la presidenta local del partido su dimisión irrenunciable. Y en todo caso, no más allá de una semana después de las elecciones, tras estudiar y analizar concienzudamente los resultados y las claves de la debacle. Más al contrario, en el PP siguen encantado de haberse conocido, no asumen ningún castigo electoral, permaneciendo en el error (sostenalla non enmendalla), una torpeza de gran magnitud, porque es claro que de no cambiar el rumbo los puede directamente llevar a la desaparición del espectro político en Telde, como ya le sucediera al Partido Socialista. ¿Tanto cuesta entenderlo?

Puedo entender que Mari Carmen quiera seguir defiendo al Partido Popular como concejala en el Ayuntamiento, pero no concibo de ninguna manera que no asuma responsabilidad directa como presidenta del PP de Telde. No hacerlo, además del desprecio al mensaje de las urnas, significa que antepone su ego, sus intereses partidistas a los de su partido, que lo aboca a la desaparición si permanece atrincherada, contra la voluntad «popular» que le mandó un mensaje alto y claro, (si hubieran querido que todo siguiera igual, hubiesen obtenido el mismo número de votos y concejales).

Mari Carmen tiene ahora otra responsabilidad tan grande, como la que se le encomendó por los afiliados para dirigir el PP de Telde, una triple responsabilidad, política, personal e histórica, a saber, sacarlo del fango, recuperar la confianza y la ilusión de simpatizantes y afiliados, al objeto de volverlo a convertir en alternativa de gobierno. Devolver el partido a las bases, regenerarlo y convertir en  protagonista del partido a sus jóvenes, a sus mujeres y hombres «no contaminados», en definitiva, reinventarse con un equipo regenerado, de nuevos valores, nuevas ideas, renovadas energías, con políticos y políticas del siglo XXI.

En definitiva, pasar del “sostenella non enmendalla” a la acción, reacción, repercusión…

Manuel Ramón Santana, LA HOJA POPULAR CANARIA /Junio 2015

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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