El dirigente vecinal Juan Medina, presidente de la asociación Solidaridad con el Valle, denunció públicamente la situación de abandono, desorganización y falta de seguridad que, a su juicio, sufre el mercadillo dominical de Jinámar, durante su intervención en el programa El Pulso, que se emite a través de la Plataforma Digital de Onda Guanche y presenta Juan Santana Hernández.
Medina recordó que el mercadillo nació como una herramienta de dinamización social y económica, pensada para que muchas familias del barrio pudieran generar ingresos y salir adelante. Sin embargo, aseguró que hoy se encuentra devaluado y sin una gestión efectiva por parte del Ayuntamiento de Telde.
Uno de los aspectos más graves señalados por el dirigente vecinal es la ausencia total de planes de seguridad, evacuación y emergencia, pese a que cada domingo el mercadillo congrega entre 5.000 y 10.000 personas, alcanzando incluso cifras cercanas a 20.000 visitantes en fechas señaladas. “Con ese volumen de gente, debería existir una planificación obligatoria, pero no la hay”, afirmó.
Medina denunció también la falta de vigilancia policial, la inexistencia de servicios de emergencia y la ausencia de presencia municipal en el recinto. Según explicó, ni la Policía Local ni otros servicios acuden de forma preventiva, sino únicamente cuando se produce algún incidente.
Otro de los problemas destacados es la venta ilegal, especialmente en zonas donde se comercializan productos recogidos de la basura, una situación que —según Medina— el Ayuntamiento se niega a reconocer y a corregir, pese a tratarse de suelo municipal. “No se trata solo de retirar puestos, sino de regular, exigir seguros, licencias y dar alternativas legales”, señaló.
El dirigente vecinal describió además el grave deterioro del firme, que se convierte en un barrizal tras las lluvias, con charcos que dificultan el montaje de los puestos y ponen en riesgo a vendedores y visitantes. Esta situación, añadió, está provocando la pérdida progresiva de puesteros, reduciendo la actividad económica y la oferta del mercadillo.
“Hoy el mercadillo sigue en pie únicamente por el esfuerzo de los propios vendedores, no porque el Ayuntamiento quiera gestionarlo”, afirmó Medina, quien lamentó que no exista coordinación municipal ni voluntad política para ordenar y dignificar uno de los espacios comerciales más importantes del barrio.
Finalmente, Medina defendió que el mercadillo podría funcionar correctamente si se apostara por una gestión compartida con los colectivos, la elaboración de un plan integral de seguridad y evacuación y una ordenación real del espacio. “No pedimos milagros, pedimos gestión”, concluyó.
Una denuncia que vuelve a poner el foco en el abandono institucional del mercadillo de Jinámar, un espacio clave para la economía local que, según los vecinos, continúa funcionando a pesar del Ayuntamiento y no gracias a él.
