«LUCÍA MELIÁN: LA ARTÍFICE DEL CAMBIO EN VALSEQUILLO»

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Sin duda es Lucía Melián una mujer valiente, tuvo sentidas y reales palabras durante el pleno de la moción de censura para explicar todo su calvario para decidir un día dejar el gobierno municipal y marcharse a su trabajo como maestra.

También demostró tener los pies en el suelo demostrando que nadie puede humillarte ni menospreciarte sin que hayan consecuencias.

No ha sido un camino de rosas, pero si desde el martes se respira un aire de libertad consenso y dialogo en Valsequillo se debe a que Lucía se hartó de la prepotencia el ninguneo y la misoginia.

Empezó su alocución en el pleno de la moción de censura del pasado martes, haciendo referencia una frase de Nelson Mandela, “La esperanza es un arma poderosa y el diálogo es el camino que convierte lo imposible en posible”

Discurso de Lucía Melian:

Hoy no es un día cualquiera hoy se marca un punto de inflexión en la historia política de nuestro municipio. Quienes llevamos tiempo trabajando por este pueblo sabemos que las decisiones importantes no nacen en los despachos ni en los titulares de prensa sino en el corazón de Valsequillo donde vivimos, servimos y construimos nuestro día a día.

En este último año he escuchado muchas cosa, notas de prensa, declaraciones, insinuaciones e incluso intimidaciones y sinceramente creo que ha llegado el momento de hablar con claridad, con respeto pero también con firmeza, porque ya está bien de tergiversar de confundir y de manipular la información.

Quiero decir salgo desde el principio, “no soy marioneta de nadie” ni política ni personalmente nunca lo he sido. Como mujer se muy bien que muchas veces se intenta reducirnos a la sombra de otros o insinuar que nuestras decisiones vienen dictadas por alguien más, pues no pienso por mi misma decido por mi misma y me defiendo por mi misma, quien no entienda eso demuestra que vive anclado en otra época.

Comparezco hoy con serenidad y con la conciencia tranquila. Este paso no nace del impulso ni del interés personal, sino de una reflexión profunda sobre lo que está ocurriendo en nuestro municipio, Valsequillo necesita un cambio y lo digo desde el cariño no desde la confrontación, desde la responsabilidad de quien no puede seguir mirando hacia otro lado.

Cuando comencé mi andadura política lo hice con ilusión creyendo en un proyecto feminista, transparente y participativo basado en el dialogo y el trabajo en equipo, entre en política para escuchar, para sumar y para construir, pero con el tiempo esta cohesión se perdió, apareció la falta de comunicación, la falta de coordinación, una distancia cada vez mayor entre lo que se decía y lo que realmente se hacía. Las decisiones se tomaban de forma unilateral, sin debate sin escuchar a quienes formábamos parte del propio equipo, el diálogo desapareció y con el se acabó la ilusión.

Esta falta de escucha no la vivimos solo los concejales, la sintieron los trabajadores municipales, vecinos y vecinas que intentaban participar, proponer o simplemente ser atendidos con respeto.

Muchas personas compartían este malestar pero el ambiente no permitía expresarlo sin consecuencias, se confundía la lealtad con la sumisión y el respeto con la obediencia ciega, y aunque sea yo quien hoy está expresándolo, este sentimiento no era solo mío, muchas personas veían lo que estaba pasando y también merece ser escuchados.

Abandoné el grupo de gobierno porque era inviable sostener una manera de gobernar bajo la improvisación la falta de liderazgo y la ausencia de planificación, me marché con respeto y con la cabeza alta. Apoyo esta moción porque no podemos seguir justificando la parálisis y la falta de rumbo, Valsequillo está estancado y necesita recobrar la confianza en su ayuntamiento.

Se ha hablado de transfuguismo como si fuera un arma arrojadiza, pero el transfuguismo no lo decide un acta sino una actitud, no anteponer un sillón al bienestar del pueblo y les aseguro que no es mi caso. También se ha dicho que esto estaba orquestado desde la campaña de 2023-eso es falso- quien piense eso demuestra que prefiere justificar lo injustificable antes que mirar de frente la realidad y lo que hoy debatimos lo conocen bien los vecinos y vecinas porque aquí todos sabemos lo que pasa. Cuando se planteaban propuestas constructivas, la respuesta era el bloqueo o el desprecio, como ocurrió el 26 de agosto, donde además de perderse el respeto institucional, se perdió una subvención esencial para Cultura por no querer escuchar una opinión distinta, este es el mejor ejemplo de lo que está fallando, la soberbia por encima del dialogo.

A pesar de los insultos mantengo intacto mi propósito de 2023, un cambio real para Valsequillo, este tiempo me ha enseñado que cuando se antepone el interés del municipio, personas de distintos grupos pueden dialogar, discrepar y encontrar puntos de encuentro, cada visión aporta algo valioso a un proyecto común.

Queremos un gobierno que no miren solo por quienes le votaron, sino por todos los vecinos y como le diré a mi hija e un futuro, “hay que luchar siempre por nuestro valores y nuestros principios”

Quiero expresar mi gratitud a todas las personas que me animaron cuando el ruido trataba taparlo todo, a mis amigos y amigas que me han sostenido en los momentos más difíciles y mi familia que es mi raíz, estoy bien y voy a estar bien. No necesitamos caer en la venganza ni responder al ataque con más ataque, el tiempo y la vida colocan a cada cual en su lugar.

Quiero apelar a la cordura, esto es política y no un conflicto personal, seguiremos siendo vecinos y debemos respetarnos como tales, no van a encontrar en mi rabia ni rencor, voy a tender la mano y trabajar para que Valsequillo avance, mi forma de hacer política es el dialogo y el consenso, no me verán gritar ni insultar, el tiempo como siempre dará y quitará razones.

Quiero terminar con una frase de Eduardo Galeano, “ la esperanza es siempre un comienzo, la palabra y el respeto son los puentes que nos permiten caminar hacia adelante”.

Canarias Informativa

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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