DETENIDOS DOS POLICÍAS NACIONALES POR FORMAR PARTE DE UNA BANDA QUE EXTORSIONABA Y VENDÍA DROGAS EN TELDE

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Dos agentes de la Policía Nacional de Las Palmas de Gran Canaria vestían, cada día, el uniforme azul del Cuerpo. Era su trabajo oficial pero, una vez terminaba su jornada laboral, comenzaba su segundo empleo, este al margen de la ley. Los dos agentes pertenecían, presuntamente, a una banda dedicada a las extorsiones, préstamos y venta de drogas con sede en la localidad de Telde.

Allí, el martes a primera hora, casi a la misma vez que los agentes de Asuntos Internos daban la orden de registro de las taquillas de la comisaría en la que trabajaban los dos agentes, se efectuaron varias entradas en inmuebles en los que se habrían intervenido drogas (cocaína, sobre todo), dinero y anotaciones. En total, se detuvo a cinco personas: tres miembros de la banda (dos cabecillas y un tercero al que usaban como soporte y que es el único que se encuentra en libertad) y los dos agentes.

La investigación comenzó semanas antes, supuestamente, a raíz de la denuncia de una de las personas a las que los cinco implicados habrían amenazado con el objetivo de que les pagase una deuda cosechada por la compraventa de droga. 

Según la información a la que ha tenido acceso LA PROVINCIA/Diario de Las Palmas, los policías acusados actuaban, gran parte de las veces, como soporte de los líderes de la banda, para darles apoyo en las intimidaciones realizadas y en las peticiones para saldar deudas de droga obtenidas con los líderes de la organización. También les pasarían datos confidenciales. Pero otras, al sentirse impunes, habrían llegado a amenazar a afectados de la trama con el uniforme de la Policía Nacional todavía puesto. 

Revelación de secretos

La función de los agentes no terminaba aquí. Están acusados, supuestamente, de revelación de secretos; es decir, de aportar información a los otros miembros del grupo para favorecer su actividad delictiva. O para evitar que los pillasen.

Los dos policías nacionales cuentan, además, con investigaciones disciplinarias previas por hechos que todavía no han trascendido. Uno de ellos trabajaba como radiopatrulla en el Grupo de Atención al Ciudadano; su compañero, con el que coincidía en comisaría, no pertenecería a esta unidad.

La investigación se encuentra bajo secreto de sumario, a la espera del análisis de la información incautada y el esclarecimiento de los roles que cada miembro ocupaba en la organización. Otro de los puntos clave es averiguar desde cuándo los agentes –que han ingresado en la cárcel por la relevancia de su cargo público, evitar el riesgo de fuga y la posible destrucción de pruebas– habían dado el salto al otro lado y comenzaron a pasarles información a los delincuentes.

La Provincia-Dlp

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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