«Si llueve, el agua me llega hasta las orejas porque entraría en mi casa con fuerza a mi vivienda porque se ha hecho mal el asfaltado de mi calle». Uno de los vecinos explica que la calle Espartero es una pendiente y no se ha solventado el desnivel que se ha dejado con el nuevo asfalto y el agua si hay una tormenta «el agua nos llega hasta las orejas» porque la alcantarilla no está bien colocada. Otros vecinos critican también los daños de los árboles a sus casas.
La Provincia-Dlp