Hubo fiesta, hubo más agua que en otras ocasiones pero fue una la de una Traída del Agua marcada por la pena de todos por el incendio en la Cumbre. Los comentarios en ese sentido fueron generalizados entre las centenares de personas que acudieron ayer a Lomo Magullo.
La renovación de varios tramos de la acequia fue la gran novedad de este año, lo que hizo que los asistentes pudiesen contar con más agua para lanzarse en la singular guerra acuática del barrio teldense. El desarrollo de la fiesta, de 12.00 a 18.00 horas, requirió cortes en la carretera principal de acceso a Lomo Magullo, tal y como se acordó en el operativo de seguridad fijado por la mesa de coordinación -Policía Local, Policía Nacional, Protección Civil, servicios sanitarios y patronato de fiestas El Manantial. Con todo, los residentes, los vehículos autorizados y el transporte público tuvieron garantizado el paso. El Ayuntamiento puso a disposición de los interesados un servicio especial de transporte público a través de la empresa de guaguas, que intensificó el número de viajes que conectaban el casco de Telde con Lomo Magullo.
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