Este viernes 9 de mayo, en el ya mítico rincón de San Gregorio donde se cuece más crítica constructiva que café, la plataforma ciudadana “Tertuliando desde la Resistencia” en Telde, volvió a reunirse. Y como era de esperarse, la sesión no decepcionó: hubo risas (nerviosas), comentarios afilados (con guante de terciopelo) y una reflexión colectiva sobre el Partido Popular de Telde, esa organización política que parece haber olvidado que gobierna en Telde…..o al menos que debería.
La gran noticia de la semana, y estrella indiscutible de la tertulia, fue la flamante reestructuración del organigrama del PP local, presentada como si se tratase del anuncio de la nueva temporada de una serie de ficción. Con gran ceremonia —y una solemnidad sólo comparable a la de un brindis sin copa—, se entregaron los “Premios Primavera 2025”: una especie de gala interna donde se premia más la lealtad que la capacidad, y donde la palabra “mérito” sigue en paradero desconocido.
Mónica Muñoz presidenta local por la gracia de Sonsoles Martín (y no de las urnas), dirigió el acto como si repartiera medallas en una competición donde solo compiten los de su equipo. El resultado fue el nombramiento de tres nuevos vicesecretarios que ya forman parte del selecto club de “los nuestros”:
Jordán Viera: experto en hablar sin decir nada, comunicar sin contenido, pero siempre con tono firme. Una especie de community manager de sí mismo.
Fidel Ruiz: nuevo responsable de Organización y Movilidad, un título tan amplio como difuso, ideal para alguien que se mueve mucho… aunque no se sepa hacia dónde.
Luis Artiles Rodríguez: encargado de la Acción Política, que en su caso parece una forma elegante de decir “ya veremos”.
Estos nombramientos, según la nota oficial, “consolidan el compromiso del PP de Telde con el servicio público”. Lo que no aclaran es a qué servicio, ni a qué público.
¿Dónde está el PP de Telde? ¿Hay alguien al volante?
Durante la tertulia, la pregunta que más se repitió fue tan inquietante como evidente: ¿Dónde está el PP de Telde? No se trata de un chiste, sino de una preocupación real. Nadie sabe quién manda, quién decide, quién aparece en las fotos y quién mueve los hilos. Todo apunta a que el partido funciona en modo zombi: con el motor encendido, pero sin rumbo. Y con una plantilla que no sabe si trabaja en un partido político o en una reunión de vecinos mal avenida.
La sensación predominante es la de un barco a la deriva con dos capitanes que no se hablan, marineros que reman en direcciones opuestas y pasajeros que ya saltaron por la borda. Una bicefalia mal disimulada entre la presidenta y la vicealcaldesa María Calderín, que convierte cualquier decisión en un pulso interno donde la ciudad, inevitablemente, pierde.
Otro tema que provocó carcajadas sarcásticas fue el famoso aparcamiento de San Gregorio. Una inversión anunciada a bombo y platillo, con 4 millones de euros prometidos y una fecha de inicio que parece escrita con tinta invisible. Un mes después, sigue igual: vacío, polvoriento, lleno de basura y tan inerte como la oposición interna del PP.
Los vecinos se preguntan si ese dinero se ha convertido en polvo de hadas o si lo esconden en el mismo cajón donde duermen los proyectos que nunca llegan a ejecutarse. Algunos tertulianos ironizaban con que, quizás, el concejal Iván Sánchez está esperando una señal divina para ponerse en marcha O, en su defecto, que las obras arrancarán justo antes de las próximas elecciones. Qué casualidad, ¿verdad?
El desfile de asesores es otro clásico de la política local que no podía faltar en el debate. El último en irse lo hizo sin hacer ruido, como quien se marcha de una fiesta a la que nunca fue invitado. El nuevo, por su parte, ha llegado con un currículum tan conocido como una película polaca sin subtítulos: ni los suyos saben quién es, ni por qué está ahí. Aunque, para ser justos, tampoco importa mucho. Total, el cargo ya estaba creado. Solo faltaba alguien que lo ocupara.
Desde la plataforma, se señaló que esta rotación perpetua de asesores inútiles refleja una cultura política que prioriza la lealtad ciega a la competencia real. Y como resultado, la ciudadanía sigue pagando nóminas… sin ver resultados.
Y para coronar el despropósito, el Ayuntamiento ha decidido que, ya que no puede ofrecer aparcamientos, al menos puede ofrecer multas. En abundancia. Se han activado nuevas sanciones, la grúa municipal está calentando motores y los vecinos ya temen más al talonario que al precio de la gasolina.
Desde “Tertuliando desde la Resistencia” se propuso algo tan revolucionario como sensato: crear plazas de aparcamiento antes de castigar a quienes no tienen dónde dejar el coche. Porque, como se comentó con resignación: “multar en una ciudad sin aparcamientos es como penalizar a alguien por no tener paraguas bajo la lluvia”.
La reunión concluyó con una mezcla de ironía, frustración y humor como mecanismo de defensa. Porque si algo tiene claro esta plataforma es que, mientras el PP de Telde siga en su estado de inercia permanente y la gestión municipal se base en anuncios vacíos y nombramientos sin sentido, lo mínimo que se puede hacer es no perder el sentido del humor.
Y por eso, “Tertuliando desde la Resistencia” seguirá siendo ese espacio incómodo donde se dice lo que no se quiere escuchar. Donde el sarcasmo actúa como termómetro político. Y donde, cada semana, un grupo de ciudadanos decide que la indignación, con humor y café, es mucho más llevadera.
Canarias Informativa / Imagen: La Provincia-Dlp
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