El paro de la plantilla de FCC, que se encarga de la recogida de residuos y limpieza viaria, ha dejado más de 300 toneladas de basura sin recoger desde el pasado viernes. Parte del personal empezó este lunes a cobrar sus sueldos, por lo que la gran mayoría de trabajadores volvió a sus puestos.
Los contenedores de la mayor parte de los barrios, especialmente en Jinámar y Las Remudas, estaban este lunes a rebosar y con residuos fuera de los recipientes. Esa era la estampa que tenía el municipio tras cuatro días sin servicio de recogida de basura. Gracias a los servicios mínimos la imagen no era tan desoladora en los principales núcleos urbanos de San Juan y San Gregorio.
El pago que realizó el Ayuntamiento de Telde a primera hora de la tarde del viernes, de 600.000 euros, a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) no llegó a tiempo para que abonara las nóminas y evitar el paro el fin de semana. Al menos eso dijo la empresa. Los representantes de la entidad no acudieron ayer a una reunión con la alcaldesa, Carmen Hernández. La primera regidora aseguró que se le ingresó el dinero a las 13.00 horas, por lo que no entiende por qué se esperó al lunes por la mañana para pagar los sueldos. «No me valen esas excusas. Si hubiese habido voluntad, ese dinero podría haber estado en la cuenta de los trabajadores el sábado o este lunes a primera hora», dijo. Al mediodía de ayer parte de la plantilla empezó a cobrar. Los que ya han percibido los emolumentos, la gran mayoría, se incorporaron esta madrugada a sus puestos. Los demás lo irán haciendo cuando lo tengan en el banco, explicó el presidente del comité de empresa, Marcos Alemán.
Dos certificaciones. Carmen Hernández apuntó este lunes que ya hay dos nuevas certificaciones, de las diez que les deben a la empresa, que se encuentran «en la última fase del circuito». Insiste en que van a seguir fiscalizando con rigor los pagos porque es su obligación «cumplir con la legalidad» y que FCC está obligada a cumplir con los trabajadores. Lamentó que al Consistorio se le reclame intereses por la demora de varios meses, mientras que «la ciudad ha salido perjudicada y los trabajadores también».
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