SOLIDARIDAD DEL VALLE RECOGE FIRMAS PARA DETENER EL PLAN DE MOVILIDAD DE JINÁMAR

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Solidaridad del Valle, una de las principales asociaciones de vecinos de Jinámar, quiere reivindicar su oposición, y la de «muchos vecinos», al Plan de Movilidad que propuso el Ayuntamiento en 2018 para la supuesta mejora de la movilidad y la seguridad peatonal. Para cuantificar su malestar han empezado a recoger firmas para demostrar al Consistorio que el proyecto que proponen no responde a las verdaderas demandas ciudadanas.

Unos talleres para niños organizados hace unos días por el Plan Integral de Jinámar con el fin de promover el Plan de Mejora del Espacio Público y Movilidad del barrio ha vuelto a reavivar la llama de enfados e indignación entre los miembros del colectivo vecinal. Según publica en una nota el Ayuntamiento, la actividad, en la que participaron el CEIP Hilda Zudán y la Escuela Infantil Municipal, sirvió para que los pequeños expresasen cómo querían que fuesen las calles y espacios públicos de su pueblo para poder disfrutarlos junto a sus familias y amigos.

«Esto es un acto de irresponsabilidad por parte de la Concejalía de Distrito Jinámar. Se intenta usar a los niños para decirles qué es lo mejor para ellos, cuando ni siquiera han tenido en cuenta la voluntad de los vecinos para crear las bases del proyecto», subraya el presidente de la asociación, Juan Medina.

No contaron con el concenso ciudadano

El colectivo cuenta con el apoyo de cientos de ciudadanos que se resisten a darle alas a este proyecto «que va en contra de las solicitudes de los residentes y que está lejos de beneficiar a la mayoría», explica. El representante expresa que están de acuerdo en favorecer la seguridad de los habitantes, pero no a costa de entorpecer el tráfico y eliminar plazas de aparcamiento.

Una de las principales causas para estar en contra del proyecto impulsado desde la Concejalía de Distrito Jinámar, que coordina Servando González, es el cierre de sus arterias principales. En 2021 ya se intentaron efectuar trabajos para impedir el paso de vehículos a la calle Manuel Alemán Álamo de manera definitiva, pero los vecinos se rebelaron y consiguieron dar marcha atrás al cierre. En el foco también están las vías de Fernando Sagaseta, José Arjona Umpiérrez, Lomo de las Brujas y Cortijo de Belén, ahonda Medina.

Intervenciones que pocos quieren

El proyecto municipal pretende disminuir el ancho de las calzadas con el objetivo de aminorar considerablemente la velocidad de los vehículos a motor. «Tenemos la experiencia de lo que han hecho en la primera fase. Esa prueba nos demuestra que estrechar las carreteras y desviar el tráfico hacia ciertas calles secundarias puede tener el efecto contrario impidiendo el paso de algunas guaguas y camiones», indica. Lo que sí solicitan los vecinos, según Medina, es implantar más badenes, reducir la velocidad máxima a 30 kilómetros por hora, poner más controles y asfaltar las maltrechas carreteras.

«Nadie ha pedido lo que ellos proponen. Para más inri, va a favorecer la desaparición de aparcamientos, siendo estos cada vez más escasos como consecuencia del imparable aumento de coches en las ciudades», implora. En este mismo sentido añade que «no vamos a quedarnos quietos y si hay que salir a la calle, lo haremos».

Carriles bici difíciles de usar

Del mismo modo, el colectivo vecinal ve una utopía promover el uso del carril bici entre los más de 18.000 habitantes de Jinámar. Según Medina, el 60% de la población de este macrobarrio es mayor de 50 años. «Nos quieren obligar a usar la bicicleta para desplazarnos, cuando todo el mundo sabe que la desnivelada orografía de este pueblo hace casi imposible que una persona mayor pueda moverse cómodamente subida a un sillín», explica.

Canarias7

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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