«Sobre el respeto y la conciencia: Ni se compra ni se vende»

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Esta mañana, día de los Reyes de la infantil ilusión y cristiana tradición por evocación, recibí mi «carbón» en forma de llamada telefónica. Me decía el llamante y sin embargo amigo y compañero, que sería muy constructivo dejar de criticar al partido, a sus principales referentes y a las decisiones tomadas en los órganos. Decía que mi actitud no era democrática y que si no estaba conforme lo mejor que podía hacer es abandonarla. Añadía que lo que quisiera exponer lo hiciera dentro de la organización porque mis pronunciamientos estaban erosionando la imagen de la organización. Hallàndome ya al cuarto de hora de monólogo tiznado de carbón de cabeza a los pies y pateada por pajes y camellos mi actitud de sana escucha, decidí tomarme el resto de la mañana libre y así mejor ordenarme mis ideas al parecer no homologadas.Hace un rato llamé al amigo y compañero y así le he devuelto el regalo, sin empapelar, sin lazo, sin esperar compensación alguna por mi entregado gesto de no tener que ser mi cartero ya que públicamente le haría llegar mi respuesta a «sus majestades» de él.

1° Un cargo es una carga y si deja de ser lo segundo es que sus hombros están hechos sólo para galones y esto no es un ejército, ni los militantes soldados entregados a desarmarse de conciencia, palabra y obra distinta a la de los mandos.

2° Todas las veces que un militante ha dado la cara por sus dirigentes o por el partido para pedir el voto o hipotecar su reputación personal por decisiones de los dirigentes ya no va a salir gratuito, toda vez que el que no cumple, decide a capricho o sinplemente se apoltrona pagará por ello públicamente su tropelía mil veces.

3° Pienso, luego existo. Si confío quiero que me devuelvan esa confianza y no que me la traicionen como si un mero pelele fuera para contentar egos, amistades y juegos de rol político. Si voto cumplen y si no cumplen ayudaré a botarlos.

4° No sdmito recados porque no los doy.Admito críticas porque también las hago. Se quienes son mis adversarios pokiticos, pero que nadie piense que por pertenecer a las mismas siglas va a tener en mi a un colaborador con silencios o renuncias a mi conciencia y compromiso, que es como mi tierra, mi gente y un mundo mejor para los empobrecidos.

5° Ni me vendo ni me compran. Un «nadie» soy, pero un todo con mi conciencia, porque don nadie serán a los ojos de la gente aquellos que se han dejado malear la suya.

José Carlos Martín Puig, sociólogo y miembro de Nueva Canarias

Florentino López Castro

Florentino López Castro

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