La dirigente vecinal Rosario Sosa (CC) tomó este viernes posesión del acta de edil tras la marcha de Pablo Rodríguez, que asumió la vicepresidencia del Gobierno canario. Agradeció «la oportunidad y el honor de trabajar por y para esta ciudad». Su llegada coincidió con la renuncia de Natalia Santana.
Arropada por un nutrido grupo de militantes de CC y del movimiento vecinal, Rosario Sosa Pulido se sentó ayer por primera vez en el salón de plenos. También quisieron acompañarla el vicepresidente del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez; el director de Infraestructuras Turísticas, Héctor Suárez; y el director territorial de Educación, Juan José Gil. Sosa asumirá a partir de ahora las áreas de Participación Ciudadana y Voluntariado. En su discurso aseguró llegar con la certeza de que Telde «necesita corazón, arduo trabajo, diálogo y sentimiento de identidad». Sostuvo también que se había cumplido su sueño de representar y trabajar para los vecinos del municipio en esta nueva faceta de su vida. La presidenta de la Asociación de Vecinos El Roque Azucarero dijo que este colectivo fue el responsable de que «crezca mi inquietud y el interés por la política».
La bienvenida y las muestras de afecto del resto de los grupos a la nueva edil fueron unánimes. Todos le tendieron su mano en esta nueva misión como representante política, pero también le destacaron la responsabilidad que tenía a partir de ahora. «Este gobierno necesita manos y corazón para gestionar esta ciudad», le dijo Celeste López.
Pero las buenas palabras entre los miembros del ejecutivo y de la oposición no duraron mucho tiempo. El rifirrafe llegó con una moción que presentó Unidos por Gran Canaria en asuntos de urgencia. Era una propuesta de reconocimiento público a tres activistas de Jinámar: Salvador García Carrillo, Jesús Santana y Reyes Hernández, que ya había sido planteada en febrero de 2016. Desde el gobierno se quejaron que se había acordado en una junta de portavoces constituir una mesa de honores y distinciones para este tipo de expedientes. Por contra, portavoz del PP, Sonsoles Martín, se quejó de la falta de respeto por el hecho de que las mociones que se aprueban «se guardan en un cajón», como sucedió con la de que Telde estaba en contra de los circos con animales. Al final, tras la bronca, el reconocimiento se aprobó con los votos de UxGC, PP, Más por Telde y PSOE. El resto se abstuvo.
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