Hay que ser muy muy frívolo para no emplear calificativos de más grueso calibre, para que cuando la crisis del coronavirus ha paralizado la actividad y arrasado el mercado laboral canario donde se han destruido 51.051 puestos de trabajo, un descenso sin precedentes en la historia de la comunidad. La cifra de afiliados a la Seguridad Social en las islas en el cierre de este dramático mes se quedaba en 767.089, un 6,2% menos que cuando se acabó febrero. Y eso sin contar con los miles de canarios afectados por expedientes de regulación de empleo (ERTE), que se contabilizan como cotizantes, al Director General de Trabajo del Gobierno de Canarias, Alejandro Ramos, no solo no se le ocurra hacer ninguna valoración de este drama, sino que en medio de esta agonía suba en sus redes sociales un video con motivo del “Día Internacional del Beso”.
El que fuera candidato a la alcaldía de Telde, en las elecciones del pasado año por el Partido Socialista Obrero Español, Alejandro Ramos Guerra, engañó a los teldenses con sus propuestas “para el cambio real para salir de la decadencia y recuperar el orgullo de ser teldense «.
Luego gracias a su mala praxis permitió que se formara el gobierno de Telde que hoy nos toca sufrir, y se mandó mudar buscándose su echadero en el Gobierno de Canarias. Por cierto, en este año que lleva al frente de la Dirección General de Trabajo, solo se ha dedicado a medrar, porque no se le conoce gestión alguna de relevancia.
Ya no engaña a nadie Alejandro Ramos, con sus infumables mensajes en las redes sociales donde demuestra lo “cortito” que es , como decía su otrora denostado y odiado Tablón de Anuncios (TA), y ahora su medio de cabecera, previa reunión y bajada al pilón del socialista, con el mercenario de turno que tras la negociación comercial pertinente se olvidó de darle hasta en el carné de identidad como hacía un día sí y otro también.
Qué duda cabe de que cuando alguien promete algo y no cumple lo prometido, o es un mentiroso o un estafador, o ambas cosas y eso es Ramos, alguien que no solo mintió a sus electores y dejó tirados a sus compañeros, sino alguien que ha traicionado a todos aquellos que le ayudaron a estar donde se encuentra y luego si te vi no me acuerdo.
El “Día Internacional del Beso” solo ha servido para evidenciar la mediocridad de Alejandro ‘el breve’, que prometió que se quedaría en Telde que era su prioridad y salió corriendo cuando le buscaron un puestito en el Gobierno de Canarias, olvidando a ciudad que le dio los votos y a la que tenia que representar.
Como decía el escritor Mark Twain, “Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda”.
Teldealdía.com
