Semanas… días… o tal vez horas, pueden separar de la Alcaldía de Telde, al socialista Alejandro Ramos. Tras la salida de Más por Telde del Ejecutivo Local y el consiguiente Gobierno en minoría, los acontecimientos se han precipitado en la ciudad de los faycanes. Carmen “la arrolladora Hernández”, tiene un problema.
“De prisa y corriendo” intentó recomponer de forma unilateral, sin contar con sus todavía socios de Gobierno la mayoría, incorporando a los dos concejales de “Se Puede Ganar”. Se olvidó la mujer que la esencia de la democracia es el diálogo y que antes tenía que tratar con su partido. Lo intentó como se hacen las cosas en Nueva Canarias de toda la vida, esto es, “a las bravas”, y claro, los muchachos fueron expulsados de su partido por tránsfugas y retratados “por un puñado de dólares”.
Carmen “la arrolladora Hernández” sabe que no tiene un Gobierno estable, que los inversores no quieren ni oír hablar de Telde en estas condiciones, que no se habla con nadie en un salón de Plenos, del que tiene 7 de 27 concejales y que además, quiere silenciar a medios de comunicación y redes sociales que no le son agradables. Motivos para preocuparse tiene.
¿Con quién habla de política “la arrolladora”? o peor aún ¿Quién habla de política con la todavía alcaldesa de Telde? Sólo le queda la carta de “quemar” al joven socialista Alejandro Ramos (elevándolo a vicealcalde por accidente), para que negocie en comisiones y plenos con una oposición que le supera ampliamente en número y seguramente también en preparación. Pero Ramos ya no tiene el cascarón tan pegado al culo como cuando llegó, y en la Ejecutiva de su partido en plena crisis gubernamental, barajaron los 4 concejales socialistas, la opción de marcharse también del Gobierno cansados de ciertos “tics” y caprichos de “la arrolladora”.
La Moción está en ebullición desde hace varios días. La misma colocaría a Alejandro Ramos como alcalde, pasando por el necesario acuerdo (muy avanzado), entre varios partidos muy bien posicionados. Tal vez no sea lo mejor para Telde, pero necesariamente será lo menos malo.
