Una promesa electoral es una promesa hecha a los ciudadanos por un polític@ que está tratando de ganar una elección. Siempre han sido elección tras elección, un elemento central de las mismas y seguirá siéndolo en la actualidad. Las promesas electorales también son notables por ser incumplidas muchas veces, después de que un polític@ haya sido electo.
Las promesas electorales son parte de un programa electoral, suelen contener ideales no definidos y divulgaciones de propuestas específicas. Son un elemento esencial para lograr que la gente acuda a votar por un candidat@ o un partido determinado. Por ejemplo, promesas de: como reducir los impuestos, introducir nuevos programas sociales, nuevas políticas para la juventud, recuperar el patrimonio, desarrollo urbanístico, o bajadas del IBI, pueden atraer a los votantes.
Las promesas políticas, no son documentos jurídicos que un candidat@ hace con el electorado. En la actualidad no hay una sanción jurídica por un incumplimiento de esa promesa. Los partidos políticos cuando llegan al gobierno, pocas veces cumplen con sus promesas electorales, bien porque la realidad no era lo que se creía, bien porque se prometió más de lo que podría ser. No existe ninguna ley que obligue a los partidos políticos a compensar a los ciudadanos por no llevar a cabo lo prometido. A lo mejor sería importante legislar en ese sentido, y así se acabaría con los encantadores de promesas y charlatanes que saben que no pueden cumplir.
Promesas hay de distinta índole como: acudir a Teror caminando, o a veces si la promesa es de alto contenido, volviendo caminando. Entrar en la iglesia de su barrio de rodillas desde la entrada al altar. Cumplir la penitencia de rezar de carretilla, tres Padres Nuestros y tres Avemarías, para que me coloquen en la lista en los puestos de salida. Llevar flores a su santo preferido. Aportando un estipendio considerable, por mor de cuanto más aporte, mayor será la probabilidad. Y hasta los ateos imploran rezos y alabanzas a sant@s, para que intercedan al Supremo y les consigan sus aspiraciones.
Bueno, y después de lo dicho, solo nos queda esperar el verdadero veredicto, que será el que decida el votante, con el valor de la palabra y el voto.
Vamos a ver si en esta campaña electoral que se avecina el próximo mes de mayo, se desarrolla en paz y concordia y se prometa lo que se pueda cumplir en beneficio del ciudadano, a no ser que se les calienten los cascos y terminen diciéndose cosas intrascendentes, como lo que supuestamente dijo una Alcaldesa o al menos se le leyó en sus labios, y que todos los asistentes al acto dijeron, sino en voz alta, si por lo bajini, esta Alcaldesa es de “puños tomar”, cuando le dijo a un fotógrafo que apareció por allí algo así como, “Te pego una piña que te tumbo…y te quito la bobería.
En fin, que no cunda el ejemplo.
(*) Francisco Munguía López, colaborador de LA HOJA POPULAR CANARIA en el número correspondiente al mes de marzo de 2015
