Este gobierno siempre ha defendido que su norte son las personas y, en particular, aquellas que peor lo están pasando. Sin embargo, esa apuesta política contrasta con la situación que vive la concejalía que debe materializarla. Parte de su personal denuncia un «colapso técnico y administrativo».
Hay trabajadores que se quejan, y lo han hecho por escrito, de «dificultades y pésimas condiciones laborales» en un departamento en el que se ven obligados a «soportar ratios de atención a la ciudadanía inhumanos y fuera de los parámetros razonables», al menos de acuerdo a los baremos sociales que se fijan en la normativa. Hace años que necesitan más personal, pero a eso se le une que llevan una temporada masacrados por las bajas, producto, aseguran las mismas fuentes, del estrés laboral. Y también les hacen falta recursos. De los tres coches del departamento solo tienen uno operativo, aunque, según el edil del área, Diego Ojeda, disponen de otro prestado.
Para colmo de males, el 11 de septiembre la jefa de servicios accidental, en comisión de servicios vencida desde julio de 2012, solicitó por escrito su incorporación a la jefatura de la que es titular, la de Desarrollo Local. Se va cansada de todas esas deficiencias y de tener que lidiar, pese a ellas, con usuarios que recurren al insulto y a la amenaza grave cuando no se les da la respuesta que esperaban. Pero lo que la empujó a tomar la decisión fue el traslado a Alcaldía, aunque sea a tiempo parcial, de la única psicóloga de su departamento. Se fraguó pese a que ella lo había informado desfavorable y porque, para más inri, se materializó mientras estaba de vacaciones.
Lo cierto es que la propia alcaldesa, Carmen Hernández, ha admitido en más de una ocasión que el servicio arrastra un déficit de trabajadoras sociales. Le corresponden 17 y solo dispone de 8, por lo que el ratio que debería ser de una por cada 4.000 habitantes, en Telde es de una cada 12.750. Hernández ha asegurado que buscaría fórmulas para ganar personal, pero pasan los meses y la situación se torna «insostenible».
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