Sábado, 13 de Junio, día de San Antonio de Padua (que ni se llamaba Antonio ni era de Padua. Se llamaba Fernando y era de Lisboa). Pero es que además de la festividad en cuestión, los españoles que habíamos votado a partidos políticos diversos, esperábamos expectantes el nuevo equipo municipal que nos iba a regir durante cuatro años.
En Telde el partido más votado ha sido Nueva Canarias, partido nacionalista “Light”, con nombre de restaurante campero, que obtuvo siete candidaturas. La mayoría en Telde son catorce, lo cual obligaba a NC a buscar “amistades”. La cosa costó lo suyo. Se habló con el PSOE y con Más por Telde, que ha sacado cuatro cada uno. Y digo que la cosa tuvo lo suyo, porque estuvo en un tris de no llegar al anhelado consenso.
Hasta aquí una síntesis -muy sintetizada- de lo que ha sido el comienzo de este nuevo ciclo de gobernabilidad municipal. ¡Cómo cambian las cosas amigos! ¿Qué fue de aquellos arquetipos municipales nimbados de poder y protagonismo? Exceptuando dos que continúan, “el manto del olvido” ya les envuelve. Algunos se aprenden la lección y no quieren saber nada de política oficial. Vuelven mansamente a sus profesiones apareadas y, todo hay que decirlo, a una vida más tranquila.
A mí, francamente, no me preocupa el futuro de estos padres de la patria, siempre les queda el consuelo de lo que han sacado de “positivo” durante su “cometido”. Pero claro, se van unos y vienen otros. Un partido nacionalista de “andar por casa”, un partido localista que quiere “más para Telde” y un partido de corte nacional, especialista en aquello “café para todos”.
Se han repartido las competencias después de muchos “tiras y encoges” y consecuentemente están obligados a llevarse bien, pensando siempre en el bienestar de los ciudadanos que le han votado y, por extensión, de los que no le han votado también. El pacto no es tripartito, sino que tiene -como siempre ocurre- un cuarto componente. El eterno concejal, indestructible, acostumbrado a estas alturas de la película a ir solo. Desde que llegué a Telde he visto de concejal a JM. No me negarán que tiene su mérito. Y díganme una cosa ¿creen ustedes que este cóctel va a funcionar?
Dice la tradición que San Antonio también es requerido por los devotos en cosas imposibles. Yo que ustedes le llevaba un ramito de perejil, para que proteja a este aguerrido equipo de políticos municipales, por lo menos un tiempo antes de que se peleen. Amén
Antonio Raluy / LA HOJA POPULAR CANARIA Junio 2015
