La Policía Local de Telde efectuó a las 2.45 horas de ayer jueves la detención y posterior identificación de cuatro hombres y una mujer a quienes sorprendieron saliendo de una finca de Marpequeña Alta con cinco bolsas llenas de papas y las manos impregnadas de arena. Ante la presencia de los agentes, los presuntos cacos no opusieron resistencia y aunque al principio negaron que habían asaltado una de las fincas de la zona, finalmente admitieron que lo habían hecho.
De hecho, cuando la patrulla policial comenzó su interrogatorio a los sospechosos, quienes llamaron su atención por encontrarse a esa hora de la madrugada en las cercanías de un hipermercado y cerca de una de las fincas asaltadas en las últimas semanas, intentaron negar la evidencia y declararon que los tubérculos «los compramos en Triana», explicación que no convenció a los policías locales.
No es la primera detención e identificación realizada por los agentes municipales, ya que el lunes por la tarde también arrestaron a un hombre que se llevaba medio saco de papas. Según explicó ayer Juan Martel, concejal de Seguridad, «hemos incrementado la vigilancia en esta zona por la preocupación expresada por los agricultores y esta madrugada [ayer para el lector] una patrulla detuvo a tres hombres y una mujer que colocaban en el maletero del coche donde les esperaba un conductor cinco bolsas de papas y con las manos y la vestimenta manchadas de tierra. Después de ser identificados se les dejó en libertad y se inició la pertinente denuncia».
La noticia fue recibida ayer con alegría por varios de los afectados de los robos realizados en las últimas semanas en sus fincas, al tiempo que agradecieron la labor de la Policía Local, «que hace todo lo humamente que pueden para detener a los ladrones, pero hay pocos agentes en la plantilla y se debería incrementar porque no dan avío». Una detención que, sin embargo, no merma sus críticas sobre la inseguridad a la que se ven sometidos por los constantes robos que no solo les supone una pérdida económica, sino también el destrozo de las zonas de cultivo o del vallado cuando entran a robar.
Asimismo, consideran que los policías ya saben la identidad de estas personas, sus motes y donde viven, «pero de nada vale que presentemos la denuncia, si luego salen enseguida por la puerta y se ríen en nuestra cara», asegura uno de los pequeños propietarios. «Estamos quemados», añade este afectado, quien recuerda que «me entraron a robar el pasado viernes, este lunes y ayer por la noche y ya no sabe uno qué hacer».
De momento, esperan que la Policía Local mantenga la vigilancia en esta y otras zonas del municipio para evitar nuevos hurtos.
